Agentes medioambientales de la Xunta localizaron el pasado 3 de mayo, en el tramo alto del río Tea en Covelo, los cadáveres de dos perros ahogados que habían sido arrojados al agua con una piedra atada al cuello. El hallazgo se produjo en un tramo fluvial que discurre por el municipio pontevedrés de Covelo, donde los agentes encontraron semisumergidos a los dos animales.
Tras la localización de los cadáveres y teniendo en cuenta las circunstancias en las que aparentemente se habían producido las muertes, los funcionarios adscritos a la Consellería de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda pusieron de inmediato los hechos en conocimiento del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Ponteareas. Según el informe preliminar de los funcionarios de la Xunta, los perros presentaban alrededor del cuello un hilo atado a su vez a una piedra de gran tamaño.
Una vez inspeccionados los cuerpos de los perros —dos hembras, una de 4 años de edad y raza mastín español, y la otra de 7 años y raza podenco— y gracias a las investigaciones realizadas entre la Xunta y el Seprona, se logró localizar al presunto autor de los hechos, que ya prestó declaración en calidad de investigado en el cuartel de la Guardia Civil de Ponteareas. Los hechos fueron puestos en conocimiento de la autoridad judicial competente.
Después de tomar muestras para su posterior análisis y realizar una inspección ocular de la zona alrededor del lugar de los hechos, los agentes medioambientales procedieron a la retirada de los dos animales del río. Una vez completados los trabajos in situ, trasladaron los cadáveres al Centro de recuperación de fauna salvaje de Carballedo, en Cerdedo-Cotobade, donde se les practicó la necropsia para determinar la causa de la muerte.
Asimismo y más allá de las posibles consecuencias que se puedan derivar desde el punto de vista medioambiental, a partir de ahora la investigación correrá a cargo del Seprona teniendo en cuenta la gravedad del suceso y las posibles responsabilidades penales por parte de la persona identificada cómo presunto responsable.