Investigadores publican el mayor estudio realizado sobre los fondos de la ensenada de Samil

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Imagen de la Inndaga en las inmediaciones de Rodas // FOTO: GARCI
Imagen de la Inndaga en las inmediaciones de Rodas // FOTO: GARCI

El prestigioso "Journal of Marine Science and Engineering" acaba de hacer público el mayor estudio realizado hasta la fecha sobre los fondos de la ensenada de Samil, un trabajo llevado a cabo por un equipo de investigadores e investigadoras del grupo Geoma del Centro de Investigación Marina de la Universidad de Vigo, CIM-UVigo, dirigidos por Ana Bernabeu y Daniel Rey, tras ser solicitado por ACUAES, la Sociedad Mercantil Estatal Aguas de las Cuencas de España, como evaluación previa del impacto del nuevo emisario sobre el arenal.

Para realizarlo emplearon una innovadora metodología que combinó observaciones experimentales sobre el fondo y características físicas del sedimento con un estudio numérico que simula la acción del oleaje y las corrientes que interfieren con el transporte de sedimentos. “El objetivo era doble: por una parte, determinar la profundidad y emplazamiento idóneo para que el emisario no se vea afectado por el oleaje y los ritmos estacionales del movimiento de la arena en la ensenada y, por la otra, que su construcción no alterara la dinámica natural de las playas”, explica Daniel Rey.

Pese a la presión urbanística, el equilibrio se mantiene en Samil

La investigación, que formó parte de la tesis de doctorado de Aimar del Valle, demostró la ventaja de explorar el efecto de las infraestructuras sumergidas con un enfoque multidata para comprender completamente la diversidad de posibles influencias en el comportamiento local de las playas y, al mismo tiempo, ofreció también la batimetría de mayor resolución realizada hasta ahora en la ría de Vigo, así como toda una serie de imágenes acústicas del fondo donde se apreciaba claramente la necesidad de sustituir las antiguas conducciones. Además, algo también relevante, fue conseguir una singular perspectiva sedimentológica e hidrodinámica sobre el equilibrio natural de los ambientes sedimentarios y el entorno submarino de la Estación de Ciencias Marinas de Toralla, Ecimat.

A mayores, este trabajo puso de manifiesto el equilibrio dinámico que alcanzó la playa de Samil bajo la enorme presión urbanística que sufre. “En estos momentos no hay una pérdida significativa de arena y el equilibrio es razonable”, recalca Rey, a lo que añade que para profundizar en las alteraciones que puedan suceder en el futuro relacionadas con el cambio climático habría que llevar a cabo un nuevo estudio en el que basar las futuras estrategias de adaptación.

Tecnología de alta resolución

El estudio se basa en datos de batimetría de alta resolución, la caracterización física de los fondos marinos en el área, un estudio granulométrico del sedimento superficial y una simulación numérica del clima marítimo (oleaje y corrientes) y el transporte de sedimentos en condiciones de baja y alta energía usando el software Delft3D de código abierto. Esta aproximación mejora la fiabilidad de los resultados de las zonas inter y submareal de la playa donde los estudios son escasos debido a la complejidad de la adquisición de datos, y permite esclarecer su dinámica con el contexto general de la ría.

“El multihaz fue la base de un levantamiento hidrográfico muy preciso que, junto con el cálculo del tamaño de grado del sedimento, permitió modelizar cómo se produciría el transporte bajo condiciones normales y extremas (tormentas) a partir de valores medios significantes de las series históricas de oleaje recogidas por Puertos del Estado durante los últimos 30 años”, explica el director del estudio. Además, estos datos también sirvieron para calcular la profundidad de cierre de la playa, que es la profundidad a que la arena del fondo deja de moverse estacionalmente. En el caso de los datos del sonar de barrido lateral se emplearon para observar directamente las profundidades en las que la estructura de los emisarios viejos estaban afectadas por las ondas y las corrientes, causando procesos de erosión y sedimentación al encontrarse con el emisario.

“La combinación de estos tres tipos independientes de resultados demostraron que el área de interés es una zona de poca energía, protegida de manera significativa contra el ataque de las olas, donde predomina la arena fina”, explica Daniel Rey. No obstante, los datos de campo indicaron una interacción en los obstáculos sumergidos entre 0 y 12 metros de profundidad. “El modelo reveló que existe un movimiento de sedimentos significativo por encima de los 7,4 metros de profundidad y que el emisario no alteraría la dinámica general de transporte de la playa, sino que interactuaría en la sección más superficial”, recalca el investigador, haciendo así hincapié en la que considera la principal conclusión del estudio, y que se refería a que la futura estructura no alteraría la dinámica global de la playa. Además, Rey explica que con el fin de garantizar la seguridad del nuevo emisario, “también consideramos que este no debería de aflorar por encima de los 8 a los 12 metros de profundidad, dependiendo de la zona”.

Inndaga, “una plataforma ideal para inspección y monitoreo in situ”

En la investigación fue crucial el empleo de Inndaga, una plataforma multipropósito desarrollada por el propio grupo Geoma en un bote hinchable de 8.5 metros de largo y concebida para realizar levantamientos oceanográficos en áreas costeras. Este concepto permite que la embarcación opere de manera segura y con gran flexibilidad de maniobra en áreas donde las embarcaciones de investigación más grandes no pueden acceder (áreas rocosas, puertos ...) y a bajo coste operativo.

Totalmente integrada en un sistema de gestión de la información para proporcionar eficiencia y eficacia en la toma de decisiones estratégicas, la embarcación es muy flexible y tiene una amplia gama de aplicaciones. Según explican desde el grupo Geoma, en los puertos se convierte en una plataforma ideal para desarrollar tecnologías y metodologías específicas in situ para la inspección y la monitorización precisa de los diferentes elementos de los muelles, las condiciones hidrográficas y para mejorar su mantenimiento y operación de conformidad con las directivas medioambientales de la UE y los objetivos de desarrollo sostenible (ODS) ONU . “Este concepto permite la adquisición de datos de alta resolución necesarios para mejorar los modelos hidrodinámicos, importantes para predecir los posibles efectos del dragado, analizar el comportamiento de una estructura, como fue el caso de este estudio, o diseñar estrategias para combatir y gestionar posibles vertidos”, recalcó Rey.

Por otra parte, un esquema completamente desarrollado posterior a la prospección permite un rápido procesamiento de datos y análisis de muestras de agua y sedimentos. Estos resultados se integran en un Sistema de Información Hielo referenciada ( SIG) que permite la visualización de toda la información relevante para el manejo ambiental de las áreas costeras, proporcionando eficiencia y efectividad en la toma de decisiones estratégicas.

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