El presidente de la Xunta y candidato a liderar el PP, Alberto Núñez Feijóo, ha firmado este miércoles su dimisión como presidente de los populares gallegos, una renuncia que se hará efectiva a partir del 1 de abril, cuando será proclamado líder de la formación en el Congreso nacional que se celebrará en Sevilla.
En concreto, los estatutos de la formación recogen que no es posible compaginar el liderazgo del partido a nivel estatal con el de la organización en Galicia.
"Renuncio al honor de ser presidente del PP de Galicia, pero mantengo el orgullo de seguir siendo militante de este partido en la tierra donde nací y que me ha dado todo lo que tengo, y para la que seguiré trabajando desde la nueva responsabilidad que asumo a nivel nacional", recoge la carta en la que Feijóo se dirige a sus compañeros de partido y de la que ha informado el PPdeG.
El aún líder de los populares gallegos arranca su misiva rememorando cómo decidió en su día dar un paso adelante para dirigir la formación en Galicia "en un momento difícil", puesto que fue elegido sucesor de Manuel Fraga en enero de 2006. Meses antes, el PPdeG había perdido la Xunta, que pasó a gobernar el bipartito de PSdeG y BNG, encabezado por Emilio Pérez Touriño. Mientras el PSOE gobernaba en España.
A continuación, ha incidido en el "desafío enorme" que suponía suceder a Fraga, un padre de la Constitución que llevaba 16 años de presidente de la Xunta y que había ganado por quinta vez las elecciones gallegas, aunque no consiguió la mayoría absoluta que necesitaba para mantener el Gobierno. Así, ha comparado la situación, para agregar que se da "un paso adelante" para dirigir el PP "en un momento complejo" para el partido a nivel estatal y también para el país.
"El primer partido de Galicia está donde debe"
En el documento, el líder popular proclama que "el primer partido de Galicia está donde debe". "Liderando el Gobierno autonómico, ofreciendo certezas ante los problemas, generando estabilidad en la sociedad gallega y española, respetando la Constitución y el Estatuto de Autonomía, procurando consensos y trabajando con intensidad para estar a la altura de los ciudadanos que representamos", ha subrayado.
"Somos el partido que más se parece a Galicia y vamos a seguir ofreciendo a los gallegos lo mejor de nosotros mismos", asegura, al tiempo que se compromete a articular una alternativa que permita contar "con el mejor Gobierno al servicio de los españoles y de los gallegos".
Críticas al Gobierno
"Estoy orgulloso de este partido y ahora me pongo a disposición de España como siempre lo estuve en Galicia", ha resaltado, indicando que emprende esta nueva etapa necesitando de todos para "cuanto antes lograr un Gobierno mejor para España, que defienda los intereses generales y sirva a todos los españoles", ha esgrimido.
Previamente, incide en las "extraordinarias dificultades" del país, con una pandemia y una inflación "galopante", con la guerra de Ucrania como trasfondo. Y aprovecha para cargar contra un Ejecutivo, el de Pedro Sánchez, "inestable y preocupado por encima de todo en su supervivencia". "Un Gobierno socialista que cimenta su continuidad en sus socios populistas y en las alianzas con fuerzas independentistas, que rechazan nuestro modelo de España", reprueba.
Relevo pendiente
Con la hoja de ruta de su relevo pendiente de concretar en fórmulas y tiempos, aunque con muchas cábalas sobre la mesa, una vez que la dimisión de Feijóo se haga efectiva el viernes, se aplicará la norma orgánica y el secretario general, Miguel Tellado, quedará al frente del partido de forma temporal.
El presidente gallego afirmó que a partir de la primera semana de abril se empezará a concretar la fórmula que sigue para su sucesión, que tiene dos escenarios: el institucional y el orgánico. El PPdeG es un partido presidencialista y lo habitual es que quien dirija la Xunta también esté al frente del partido, pero podría darse un escenario provisional alternativo.
Así, en el plano orgánico, lo que pasará a continuación dependerá de los tiempos que marque el propio Feijóo y de las fórmulas que ampara la normativa interna del partido. En principio está garantizada la solución provisional de Tellado por un tiempo indeterminado --salvo sorpresa--. Pero para cerrar el relevo hay otras vías, que irían desde una gestora hasta un congreso extraordinario autonómico, pasando por la elección del nuevo presidente del PPdeG en el marco de un Comité Ejecutivo gallego, toda vez que este órgano está plenamente vigente al haberse renovado el pasado verano.
Una ratificación vía comité ejecutivo, al margen de dar imagen de 'dedazo', podría no satisfacer internamente --no en vano, Baltar, por ejemplo, ya sugirió que la vía para elegir candidato en 2024 debería ser un congreso--. Cuestión distinta son los tiempos: distintas fuentes del PP de diferentes provincias coinciden en que un cónclave ahora "no interesa a nadie". El escenario electoral --con las municipales previstas para el año que viene y un adelanto de las generales que nunca ha dejado de sobrevolar-- sería un factor a tener en cuenta para la hoja de ruta definitiva.
Una dimisión histórica en la Xunta
En el plano institucional, cuando se produzca, la dimisión de Feijóo será un hito histórico en la Comunidad, ya que se convertirá en el primer presidente autonómico que deja el poder por voluntad propia --todos sus antecesores se fueron tras perder unas elecciones a excepción de Gerardo Fernández Albor, expulsado por una moción de censura--. El Estatuto prevé el escenario. Si dimite el presidente, con él cesarán los miembros de su Ejecutivo, aunque seguirían en funciones hasta la toma de posesión del nuevo Ejecutivo. El sucesor tiene que ser diputado.
En el Legislativo, el presidente de la Cámara, en este caso Miguel Santalices, llamaría a consultas a los tres grupos (PPdeG, PSdeG y BNG). Solo el PPdeG tiene una amplia mayoría absoluta que le permite presentar una propuesta con éxito. Y culminada la ronda, Santalices tendría que formular la propuesta y en un plazo máximo de 30 días tras el cese debería ratificarse la sucesión (aunque este es el máximo, los plazos podrían acordarse). Habría un debate de investidura y nuevo Gobierno.
La "previsibilidad" y la "estabilidad" son las dos características que los populares han asegurado que marcarán el relevo de Feijóo en la Comunidad, que también genera "incertidumbres" tras años de 16 años de fuerte liderazgo.
En esta coyuntura, el vicepresidente primero, Alfonso Rueda, al lado de Feijóo desde sus tiempos de la oposición gallega, se ve como el candidato "más previsible" a ocupar su puesto. Ya hay dirigentes que lo han verbalizado públicamente, como el presidente provincial de Ourense, Manuel Baltar, aunque el único requisito legal para poder optar es ser diputado. Y acta en el Parlamento gallego la tiene también, por ejemplo, el vicepresidente segundo y responsable de Economía, Francisco Conde; y dirigentes a quienes dentro del partido se les ve en papeles de responsabilidad en un futuro indeterminado, como el presidente provincial del PP de A Coruña, Diego Calvo.