El pasado verano la DGT puso el punto de mira en Galicia. Este organismo señalaba a la comunidad para anunciar una persecución que parece haber tenido ahora su penúltimo capítulo. "Han aparecido en Galicia y se están extendiendo en algunas otras zonas del Estado", señalaba Pere Navarro, director del organismo, respecto a los canales que alertaban sobre radares y controles en carretera.
Galicia, epicentro de los grupos de avisos
La DGT se propuso terminar con estos avisos, que permiten a cientos de gallegos y gallegas eludir sanciones a pesar de cometer infracciones en carretera. Y se especifica eso de "gallegos y gallegas" porque es en este territorio donde se registraron los primeros canales informales de esta temática. Desde entonces, han ido creciendo y casi han ido brotando por provincias, comarcas y hasta ciudades como Vigo, A Coruña, Ourense o Lugo.
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Existen multitud de grupos de WhatsApp (más o menos grandes) pero Telegram ha sido hasta ahora la principal herramienta para ello. Esta última app es mucho más segura para todo el público, lo que protege también a quienes llevan a cabo alguna irregularidad. Sus grupos tienen también mayor capacidad, permiten el anonimato y es más clandestino.
La nueva normativa que se está gestando busca erradicar estas prácticas a golpe de sanción, incrementando las multas para quienes avisan de algún radar o control. Esta amenaza ha sido suficiente para disuadir a quienes organizaban estos grupos, que lo hacían "de forma desinteresada". Estos mismos usuarios que gestionaban hasta ayer comunidades de cientos de personas lo dejan claro: "Preferimos pagar 1000 euros de una multa que exponernos a una sanción de entre 6.000 y 20.000 euros". Ya no les compensa.
El grupo, desde dentro
"Funcionaba bien y les reventaban todos los controles", dicen ya casi con nostalgia. Metropolitano.gal ha contactado con algunos de los miembros, que muestran cómo en algunos de los grupos había más de 1.600 personas. No todo el mundo era activo, la mayoría solo recibían el aviso y se desviaban por otra carretera cuando les convenía.
Pero estos canales habían alcanzado tal magnitud que sus gestores llegaron a detectar a agentes de la Policía Nacional infiltrados: "Nos tenían ganas desde hace años". De hecho, aseguran a este medio que "hay por lo menos 20 personas citadas en diferentes juzgados de Galicia para ser sancionados por administrar o pertenecer a grupos de tráfico". Por todo ello, han tomado la decisión de disolver el canal de mayor calibre del que se tenía constancia en Galicia.