La pandemia nos robó multitud de cosas. Se llevó a amigos y familiares. Nos dejó encerrados durante meses. Provocó daños psicológicos. Nos arrebató dos años de vida. Por ello, tras la exitosa y ejemplar vacunación masiva de la población, el 2022 se presentaba como el año para volver, de nuevo, a vivir. Sabiendo que el Covid-19 continúa ahí, guardando ciertas precauciones que probablemente ya nunca dejaremos atrás, pero viviendo de nuevo. Y en este escenario, las fiestas se han convertido en la válvula de escape para muchos. Cada cita se convierte en un evento masivo al que acudimos para guardarlo en la memoria como un tesoro. En Bouzas ya lo experimentaron con el regreso de A Brincadeira, y ahora, en pleno verano, han puesto el broche de oro con sus tradicionales fuegos, uno de los eventos más destacados del calendario festivo gallego.
Este domingo la jornada invitaba a disfrutar de una noche mágica. Con temperaturas altas pero agradables, alejadas del calor abrasador de los últimos días, la playa de Bouzas se llenó hasta la bandera para volver a ver como la noche se iluminaba. Miles de personas no quisieron faltar a la cita, una de las más esperada del verano vigués. A las 23:00 horas, el espectáculo de música y luz volvió puntualmente 726 días después. Como es habitual en cada cita festiva en la ciudad olívica, el alcalde de Vigo, Abel Caballero, fue el encargado de telonear el acto con una intervención en la que puso en valor que estos Fuegos de Bouzas sirven para poner fin a los dos duros años marcados por el coronavirus. “Es el momento de vivir, de pasarlo bien y de vivir en Bouzas”, expresó un eufórico regidor vigués que no dudó en calificar este evento como “los mejores fuegos de Galicia… y del mundo”.
Con unos 450 kilos de pólvora, el espectáculo se prolongó durante algo más de 20 minutos. Para el regreso, el show pirotécnico estuvo divido en cuatro actos, acompañados de los temas “Bam Bam”, de Camila Cabello, “Next To Me”, de Emeli Sande, “Hold On Tight’”, de Electric Light Orchestra y, como no podía faltar este 2022, “Terra”, de Tanxugueiras como la banda sonora para la traca final del evento. También hubo homenaje para Florencio Delgado Gurriarán, homenajeado por las Letras Galegas de este año, cuyos versos se leyeron entre acto y acto en lo que Iñigo Andónegui explicó que esta edición tan especial de los Fuegos de Bouzas serviría para ser “un homenaje a la poesía gallega”.
Tras 22 minutos de música y luz sobre el negro cielo nocturno, que parecía también evocar la lucha contra la oscuridad que trajo el Covid-19, todo finalizó con un último y atronador estruendo, un último “grito” de celebración de la vida. Tras él, no llegó el silencio. Un largo aplauso se solapó con el ruido de las atracciones de feria y de las conversaciones de las miles de personas. La vida proseguía. Y lo hace disfrutando al máximo.