Cerca de las 12:30 horas, la luz se ha ido por completo. Rápidamente, las ventanas se llenaron de personas asomadas preguntándose si el corte se limitaba a su edificio. Pero poco tardó en conocerse que el apagón había afectado a todo el barrio, luego dijeron que a toda la ciudad y finalmente ha terminado haciéndose público que el país entero estaba sin electricidad.
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El caos se extendió por las calles de Vigo. Los coches circulaban sin más indicaciones que el sentido común (donde lo haya) y la vista, porque los semáforos dejaron de funcionar. Muchas personas quedaron atrapadas en ascensores, donde les pilló el apagón. A demás, de pronto los móviles no servían para nada. Y la dependencia de la electricidad se hizo más palpable que nunca.
Ante la falta de información, Metropolitano.gal hizo lo que siempre le ha caracterizado, ir a las calles. Allí, este medio ha podido comprobar de primera mano una situación de contrastes. Mientras algunas personas se mostraban nerviosas ante la incertidumbre, otras lo tomaban con cierto relativismo, especialmente los más pequeños que veían paralizadas las clases.
Son múltiples las escenas que se han contemplado en las calles de Vigo. Quienes no podían continuar con su actividad empresarial, trataban de bajar la verja. Todo con coches de Policía Local y camiones de bomberos corriendo por los barrios de la ciudad. Mientras, los hospitales trataban de recuperar la normalidad con generadores propios. De hecho, este medio ha podido corroborar cómo Povisa operaba con habitualidad.
Estas imágenes dan testimonio el del ambiente que se ha vivido desde las 12:30 horas en Vigo.
