“Lo primero que hay que tener muy claro es el factor humano. Hay suficientes datos y sabemos que el 94% de los incendios tienen origen de una actividad humana y, de ellos, en Galicia son incendios intencionados el 80%”, explica Santiago García, Decano do Colexio de Enxeñeiros Forestais de Galicia.
Para García, la tragedia sucedida este domingo negro se explica en base a tres factores: la “clara intencionalidad que hay en Galicia”, “una situación climatológica extrema” y “la estructura de la propiedad”. Juntas, formaron una bomba que explotó en lo que hemos sufrido.
El decano de los ingenieros forestales deja claro que se debe atajar, en primer lugar, el problema de los incendiarios. En su opinión se trata de “criminales” que buscan “hacer el mayor daño posible” y que actúan en muchas ocasiones con “total impunidad” y la “complacencia” de la población. García lo explica de forma sencilla. “Si este problema lo tuviéramos con atracadores de supermercados o personas que asaltan a gente por la calle se hubiera reaccionado de otra manera. Hay una tolerancia con los incendiarios. Aquí nadie ve nada”, sentencia.
En cuanto al monocultivo, asegura que “no es un problema de especies. Lo que es importante en un incendio no es la composición de la masa que arde, sino de la estructura de la masa” y añade que “no hay que perder de vista que con el eucalipto hay una polémica habitual de personas que no les gusta este árbol y personas que viven de este árbol. Ambas posturas legítimas. Es un tema que está en cierta forma muy politizado pero las estadísticas no establecen que donde haya eucalipto haya más incendios que donde no lo hay”.
¿Las soluciones?
“No hay solución inmediata. Labor policial de persecución de delincuentes y labor de concienciación, reeducación de la sociedad gallega. Qué quiere hacer y cómo gestionar la propiedad agrícola forestal”. Para el decano de los ingenieros forestales se trata de hacer cumplir la ley, de que se cumplan las distancias de seguridad, la limpieza de montes, etc.
Por otra parte, el minifundismo que se agrava con fincas abandonadas por el desconocimiento de sus propietarios agrava la situación. “La sociedad gallega se tiene que dar cuenta que tiene un problema con los incendiarios y con la estructura de la propiedad”.
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Fotografía de Fabio Alonso.