Investigadores de la UVigo ponen rumbo a la Antártida para analizar la contaminación de origen humano

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Investigadores de la Universidad de Vigo participan en la expedición Antom-II, que ha partido en las últimas horas del puerto argentino de Ushuaia con rumbo a la Antártida, con el objetivo de estudiar el impacto de la contaminación de origen humano en ese territorio.

Así, la docente e investigadora Cristina Sobrino, del departamento de Ecología y Biología Animal, y los técnicos Antonio Fuentes Lema y Paulo Alcaraz Rocha, del Centro de Investigación Mariña (CIM), se suman a otros científicos de diversos organismos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en esta expedición. En el caso de Sobrino, su cooperación se hará desde tierra, mientras que Fuentes y Alcaraz trabajarán a bordo.

Desde el buque oceanográfico 'Hespérides', los investigadores tomarán muestras de agua y aire en el océano austral para analizar la contaminación antropogénica y su impacto en los ecosistemas antárticos. Según ha explicado Cristina Sobrino, el proyecto Antom (cuyos primeros estudios se hicieron en una campaña el año pasado) pretende analizar el efecto de contaminantes emergentes y compuestos orgánicos semivolátiles sobre el medio y los organismos marinos, especialmente sobre organismos microscópicos, como el fitoplancton y el bacterioplancton.

"Estos resultados son altamente importantes ya que el fitoplancton, a pesar de su pequeño tamaño, constituye la base de la cadena trófica marina y forma parte activa del ciclo global del carbono, captando CO2 atmosférico y contribuyendo con esto a la regulación del clima en el planeta", ha detallado la investigadora de la UVigo.

La expedición navegará hasta el mar de Bellinghausen, en la Antártida, donde los científicos trabajarán durante un mes para analizar los efectos de la materia orgánica de origen humano en las comunidades microbianas y evaluar la capacidad que tienen las bacterias para degradar estos contaminantes, como ha señalado el coordinador del proyecto e investigador del CSIC, Jordi Dachs.

Al igual que ya ocurrió en la anterior campaña, esta expedición estará marcada por las medidas Covid, ya que los requisitos médicos son más estrictos debido a la singularidad, peligrosidad y lejanía de la zona de estudio. Según ha explicado Cristina Sobrino, todos los miembros de la expedición han tenido que superar una exigente revisión médica, además de tener que contar con la pauta completa de vacunación contra la Covid. Otra de las medidas que han tenido que adoptar ha sido una cuarentena previa al embarque en Ushuaia.

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