La noticia del día para muchos es, sin duda, el partido que enfrenta este sábado en Balaídos al Celta con el FC Barcelona. Hay quienes no han pensado en nada más en todo el día, y han querido estar pendientes de cada movimiento al respecto en la ciudad.
Así ha sucedido que desde la llegada del autobús del Barça a la ciudad muchas personas han estado siguiendo a todos los miembros del club. Por supuesto, no han faltado los fans que han querido estar presentes en la llegada de los jugadores para pedir fotos y autógrafos. Sin embargo, también Laporta ha generado mucha curiosidad en los vecinos y las vecinas de Vigo.
A media tarde del sábado, se ha vuelto a repetir una escena que ya se vivió en pleno centro de Vigo no hace demasiado. Como de costumbre, las comitivas de ambos clubs se han reunido a la mesa en un restaurante de la ciudad, para compartir una comida antes del partido.
Así, de nuevo el restaurante Silabario ha sido el encargado de ofrecer lo mejor de la gastronomía local a la comitiva del Barça y, por supuesto al presidente Joan Laporta. Lo curioso es que durante todo este almuerzo, en la puerta se han aglutinado bastantes fans que trataban de interceptar a los representantes del club catalán para pedir alguna foto. Aunque se confundían con la gran cantidad de personas que circulaba por Príncipe para ver las luces de Navidad, las camisetas azulgranas les delataban.
Igual sucedía con el chófer de Laporta, que ha estado esperando junto al coche aparcado en uno de los cruces de la calle principal. Allí han permanecido tanto el coche del presidente como una furgoneta para el resto de la comitiva mientras duraba la comida en el restaurante.
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