Día de emoción en la UVigo. Su cuarto satélite ya está en el espacio. El LUME-1 nace para que el domingo negro que sufrió Galicia hace algo más de un año no se vuelva a repetir. El aparato se encargará de monitorizar en tiempo real los incendios forestales. Una vez capte fuego, programará una conexión con aviones no tripulados para iniciar las labores de extinción de las llamas. El satélite se lanzó en la madrugada del 26 al 27 de diciembre desde el cosmódromo ruso de Vostochni.
Insertado en el proyecto FireRS de lucha contra los incendios forestales, financiado por la Unión Europea con más de dos millones de euros y en el que además de la Universidade de Vigo participan la Universidade de Porto y el CNRS francés, LUME-1, es un satélite cubesat tipo 2U, con unas dimensiones 20 x 10 x 10 y un peso de 2,1 kilogramos. Aproximadamente hacia hora y media dará una vuelta completa a la tierra -cada día habrá un total de entre cuatro y seis pases por el campus de Vigo- y su misión fundamental será dar soporte de comunicación bidireccional a sensores de tierra que detectan fuego, desarrollados por el grupo Cima de la Universidade de Vigo, así como proveer de una conexión con los aviones no tripulados, UAVs, diseñados en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Oporto.
La idea es que a través de sensores -que son como vigilantes automáticos que se colocan en lugares elevados y que tienen un software que puede detectar un radio de hasta 2 kilómetros de altura- se pueda detectar el comienzo de un potencial incendio. "Al momento está información se recogerá en el satélite LUME, que automáticamente lo notifica al centro de control de fuego, donde estos datos se actualizan con información sobre la evolución previsible de las llamas. Todo de forma automática", explicó Fernando Aguado, que destacó que LUME-1 permitirá el contacto permanente tanto con los sensores como con los aviones no tripulados. "Es un sistema de comunicación que estará en todo momento a la disposición de las autoridades encargadas de la lucha contra el fuego", recalcó Aguado, que dejó la puerta abierta a la posibilidad de integrar nuevos satélites en esta red y también vehículos autónomos dotados de sensores que permitan incrementar aún más la eficacia del sistema. "En el futuro vamos a tener también capacidad de monitorización de aviones e, incluso, de monitorización del propio espectro, un bien muy preciado en la actuación", explicó Aguado.
Con este lanzamiento culmina al trabajo que durante más de un año y medio desarrollaron 17 personas en la Universidade de Vigo: 10 investigadores contratados; seis estudiantes y dos profesores en tareas de coordinación. "Todos los estudiantes e investigadores que participan en el proyecto FIRE-RS pertenecen a las escuelas de Enxeñería Industrial, de Telecomunicación e Informática, que son el núcleo de la Agrupación Aeroespacial", detalló Fernando Aguado, que recordó que en los meses previos a este lanzamiento el satélite completó durante meses un exigente calendario de pruebas, incluidas las de aceptación de todos los subsistemas, así como la verificación del satélite a nivel del sistema.
En los próximo meses se llevarán a cabo nuevas pruebas de comprobación del sistema, incluidas varias pruebas piloto con fuego real, para lo que se contará con la colaboración de la Axencia Galega de Emerxencias y del Consorcio para o Servizo Contraincendios y Salvamento de las comarcas del Deza y Tabeirós-Montes, que serán los encargados de testar las tecnologías desarrolladas sobre este proyecto mediante varios simulacros parciales y un final con un incendio real y controlado.