La cruz franquista de O Castro, inaugurada por Franco en 1961 cuando visitó Vigo, vuelve a ser objeto de polémica. El Concello de Vigo se ha apresurado a eliminar de su base una bandera republicana que alguien pintó en los últimos días.
Los operarios municipales se afanaban este viernes en eliminar cualquier pintada de una cruz que acostumbra contar con mensajes escritos por vecinos condenando los crímenes franquistas. Si hace unos días podía verse una bandera republicana a sus pies, hoy está ya desaparecida.
Esta no es la primera vez que el gobierno socialista protege al elemento de exaltación franquista. No en vano, el ejecutivo de Abel Caballero presentó hace años un recurso para evitar que fuera derruida en el marco de la aplicación de la Ley de Memoria Histórica.
La cruz, levantada en pleno franquismo e inaugurada durante un viaje del dictador en 1961 fue denunciada por la Asociación Viguesa de la Memoria Histórica. En 2014, el juzgado de lo contencioso - administrativo número 2 de Vigo les dio la razón y ordenó su derribo. La sentencia aseguraba que la cruz “no es un símbolo religioso, sino político, que se construyó para conmemorar la sublevación militar de 1936, de los vencedores de la Guerra Civil y de la posterior dictadura y represión”. Sin embargo, el gobierno socialista de Caballero se negó a acatar la sentencia y presentó un recurso. Tanto el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia como el Tribunal Constitucional respaldaron que no fuera derruida.