Como en el resto de las instalaciones universitarias, la crisis sanitaria marca el inicio de curso en las bibliotecas y salas de estudio de los campus de la UVigo. Con la aplicación de medidas de protección, higiene y seguridad, como la mascarilla obligatoria, las distancias mínimas de 1,5 metros entre los puestos y un registro de entrada, estos espacios volvieron ya a recuperar su funcionamiento común.
Para poder reabrir las 11 bibliotecas de los campus de Vigo, Ourense y Pontevedra de manera segura, la Universidade elaboró dos protocolos para organizar el uso de la salas de estudio y el préstamo de obras tanto a la comunidad universitaria como a todas aquellas personas externas, siempre que tengan el carné de la Biblioteca Universitaria.
El horario de apertura es de lunes a viernes, de 08:30 horas a 20.45 horas o la 21.00 horas, dependiendo de la biblioteca. La capacidad de cada uno de estos espacios se redujo atendiendo a la necesidad de que cada puesto de lectura sea individual y guarde con los puestos contiguos una separación mínima de 1,5 metros en cada uno de sus cuatro lados. De este modo, queda prohibido el estudio en grupos tanto en las salas de uso general como en las salas de estudio en grupo, quedando estas últimas cerradas al público. Por ejemplo, la Biblioteca Central del Campus de Vigo, con una capacidad de 350 puestos de lectura, reduce el aforo máximo a 185 personas; la Biblioteca Rosalía de Castro de Ourense solo permitirá ocupar 132 de los 400 puestos y la Central del campus de Pontevedra 103 de un total de 340.
Registro de entrada
Las instrucciones de reapertura de las bibliotecas establecen la necesidad de realizar el acceso a las instalaciones de forma ordenada y guardando la distancia de seguridad, pero sobre todo registrándose a la entrada, con el objeto de facilitar la asignación de puestos en las salas de estudio y, en su caso, trazar posibles contagios de la COVID19 en el interior de las bibliotecas.
Estos espacios solo podrán ser usados por miembros de la Universidade de Vigo, tanto alumnado como PDI y PAS, así como las personas usuarias con carné de la Biblioteca Universitaria. Una vez comprobada la identidad y la pertenencia a alguno de los colectivos indicados, el personal de la biblioteca procederá a asignarle un puesto de usuario en las salas de lectura abiertas. Al abandonar un puesto, la persona usuaria queda obligada a notificarlo al personal de la biblioteca con objeto de que este quede temporalmente inhabilitado hasta que se proceda a su limpieza y desinfección. Al no estar permitido el acceso del público a los fondos situados en las estanterías de libre acceso, en el caso de necesitar consultar o leer alguna obras, esta deberá ser solicitada al personal de la biblioteca. El préstamo de portátiles o dispositivos electrónicos, así como el uso de los ordenadores de uso público, sigue suspendido. Si durante su permanencia en la biblioteca, algún usuario o usuaria necesita acceder a recursos electrónicos o consultar el catálogo y no dispongan de dispositivo propio, deberán acudir a los mostradores de préstamo o de referencia para solicitar al personal de la biblioteca que efectúe la consulta.
Los libros devueltos, en cuarentena
En lo que se refiere al servicio de préstamo, se recupera la situación previa al confinamiento, pero con el deber de que las obras pasen por un período de cuarentena de tres días tras ser devueltas. Los volúmenes serán solicitados al personal de la biblioteca, que será quien se encargue de recogerlos en las estanterías, ya que estos estarán cerrados al público en general. Cuando se proceda a la devolución del libro, este será depositado en una bandeja en el mostrador de préstamo, de donde pasará a la cuarentena. Con todo, los libros en cuarentena pueden ser objeto de reserva para que, una vez finalizado este período de seguridad, puedan ser prestados.