El refranero popular lo certifica, “en abril aguas mil”. Y está por cumplirse. Tras una semana de cielos cubiertos y lluvias intermitentes, este fin de semana la borrasca Lola nos dejará un tiempo de chaparrones intensos, tormenta y hasta granizo si se cumplen las previsiones de Meteogalicia y la Aemet.
Los primeros en notar su influencia serán los vecinos de Coruña, donde se ha activado ya el aviso amarillo por precipitación acumulada. Con todo, a lo largo de la tarde de este sábado las precipitaciones se harán cada vez más visibles en Pontevedra, especialmente en la costa de las Rías Baixas, para activarse la alerta amarilla a partir de las 20:00 horas por precipitación acumulada en una hora de hasta 15 litros por metro cuadrado.
Si no fuera suficiente con la lluvia, la Aemet alerta también de riesgo elevado de tormentas que podrían ir acompañadas de granizo. En este caso, el aviso se activará entre las 20:00 horas del sábado y se mantendrá hasta la madrugada.
Durante a fin de semana seguiremos con moita inestabilidade e con entrada de aire cálido en superficie arrastrado polo fluxo do sur xerado pola #BorrascaLola. Serán xornadas de chuvascos e trebóns⛈️, sobre todo pola tarde, con temperaturas elevadas e certa sensación de calmuzo. pic.twitter.com/6pdNmkmevk
— MeteoGalicia (@MeteoGalicia) April 23, 2021
Ya el domingo, Lola se irá desplazando hacia la costa portuguesa, lo que ha hecho que Meteogalicia active el aviso para la franja miñota, viéndose afectados municipios como A Guarda, Tomiño, Tui, Salvaterra o Arbo. El aviso amarillo por tormentas fuertes estará activo entre las 15:00 y las 21:00 horas de la jornada dominical.
Con todo, la borrasca también traerá aire cálido en superficie que junto a las lluvias provocará un ascenso de temperaturas, dejando las máximas por encima de lo habitual para este periodo. Este sábado, las máximas rondarán los 24ºC en Vigo y su área metropolitana, mientras que el domingo bajarán pero seguirán por encima de los 20ºC.
Según avance la semana y se aleje la borrasca, podrían abrirse claros y cesar las precipitaciones, aunque la incertidumbre para el pronóstico es todavía muy alta, especialmente en una época como la primaveral.