La campaña “cada niño un juguete” celebra este año su octava edición con la que dotar de una segunda vida a los juguetes y, a su vez, alegrar la navidad a miles de niños de familias desfavorecidas.
Los impulsores de la iniciativa son la Asociación STOP e Iniciativa Local que busca la donación de juguetes, preferentemente no bélicos, a aquellos que no pueden vivir la “magia” de Papa Noel o los Reyes Magos. Además, aseguran, no se trata de “vaciar armarios o deshacerse de artilugios que molestan en casa, sino de ofrecer generosidad”.
Este año la campaña de recogida comenzó el pasado 25 de noviembre y se prolongará hasta el 23 de diciembre sumando yo en torno a 2.000 regalos.
Falta de apoyo económico
“No sabemos ni cuando, ni cuánto ni tan siquiera si vamos a recibir una subvención”. Son las palabras de Carlos Leiro, director de la campaña “Cada niño un juguete” que cada año busca ofrecer una mejor Navidad a los más pequeños. Leiro asegura que este año no cuentan con ningún tipo de ayuda económica de ninguna administración que permita hacer frente a los gastos de un local, transporte y preparación de los juguetes que recogen.
Con todo, la campaña sigue sus pasos gracias al apoyo desinteresado de voluntarios y establecimientos comerciales que sirven de punto de recogida de la solidaridad viguesa. El año pasado fueron entregados a Ovejas Negras Solidarias, Red Madre, Casa da Xuventude de Vigo, Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Vigo y Pontereas, Remar, Red Solidaria Popular o la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio.
En 2016 la iniciativa logró sumar 10.000 juguetes, según Carlos Leiro, y se alzó como la segunda mejor campaña por detrás de Hawkers en los Influence Awards celebrados en Madrid.