La CIG denuncia "graves irregularidades" sanitarias y laborales en el Mercado de la Alameda

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Ni control sanitario ni cumplimiento de las mínimas condiciones laborales. Así definieron la situación del Mercado de Navidad Cíes Market de la Alameda diversas ex trabajadoras en una rueda de prensa convocada esta mañana por la CIG para denunciar el “trabajo precarizado” del que definieron como “el mayor fraude de la Navidad”. El gran mercado navideño instalado en la Praza de Compostela, que inició su andadura con polémica debido a la opacidad en su gestión y el alto precio de cada puesto, escribe un nuevo capítulo con la denuncia hecha pública este jueves.

Desde la CIG, las sindicalistas Sefi Romero y Transi Fernández, enumeraron, junto a algunas ex trabajadoras, una larga lista de incumplimientos e irregularidades tanto por parte de la empresa que lo gestiona, la Agrupación de Empresarios en la Organización de Eventos, Ferias y Mercados de la Comunidad de Madrid (AMFE), como de la ETT encargada inicialmente de la contratación de trabajadores.

1. Incumplimientos laborales

En el apartado laboral, la CIG denuncia una gestión organizada para crear “trabajo precarizado incumpliendo tanto condiciones laborales como horarios y categorías de trabajo”. Según se denuncia, se incumple el registro de jornada laboral y a los empleados se les obligaría a trabajar 12 horas en un mismo día, “sin descansos ni para poder ir al servicio”.

Aunque inicialmente se anunciaron más de 100 empleos destinados a monitores, taquilleros, limpiadores, mozos o camareros… las ex trabajadores aseguran que “se hicieron al azar y te contrataban como ayudante de hostelería para acabar como taquillero”.

Otras jornadas, las trabajadoras que acudían a su puesto laboral se encontraban con el mercadillo cerrado debido al mal tiempo, sin que se les avisara previamente. Nadie se encargó de abonar esos desplazamientos.

Una de las ex empleadas asegura que el lunes 2 de diciembre recibió una llamada a las 9:30 horas para acudir al puesto de trabajo hora y media más tarde, a las 11:00 horas. En otra ocasión, dos de las dependientas de un carrito de salchichas habrían tenido que “echar a suertes” quien se iba para casa porque desde la empresa organizadora consideraban que ya no eran necesarias dos trabajadoras. Al protestar –“había mucho trabajo y hacíamos caja”, argumentan- el encargado le pidió que cerrara el puesto y se fuera por “faltarle al respeto”. A la trabajadora se le comunicó al día siguiente que no había pasado la prueba.

Al parecer, la ETT encargada inicialmente de la contratación y la AMFE “rompieron relaciones”, según explican desde la central sindical. Con todo, aseguran que ambas empresas tuvieron “una clara intención de crear una precariedad laboral con personas que no descansaran y no se quejaran”. Todos estos incumplimientos han sido ya denunciados a la Inspección de Trabajo la semana pasada.

2. Problemas de seguridad alimentaria

La CIG anunció también esta mañana que han denunciado ante el Concello y la Consellería de Sanidade las “graves irregularidades” en materia sanitaria, así como que “no hay carnés de manipuladores de alimentos”. También habría escasez material básico como guantes, gorros, etc. Las ex trabajadoras explican que “no hay control sanitario ni vestuarios” y que los uniformes, que se limitan a un mandilón, se comparten entre los dependientes de todos los turnos.

Por otra parte, se explicó que los alimentos y bebidas se almacenan de forma “irregular” en el bajo situado en el número 27 de la Praza de Compostela. “Los alimentos están a la vista”, denuncian, y la comida estaría “apilada sin ningún tipo de refrigeración”. No habría tampoco ni luz ni agua.

3. Opacidad

Por último, aunque las bases establecen la obligatoriedad de tener listas de precios, se asegura que no están visibles en muchos de los puestos. Por otra parte, se denuncia la opacidad en la gestión por parte de la citada agrupación de empresarios de eventos de Madrid.

4. Problemas de seguridad

La CIG denuncia que durante un tiempo los vigilantes de seguridad nocturnos tampoco contaban con la formación y títulos necesarios para poder efectuar esa labor y que no pertenecía a ninguna empresa de seguridad.

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