El pasado martes 13 de mayo una hembra de delfín común fue encontrada varada en Vilaboa, en la zona de Salinas de Ulló, debido a la bajamar. No es la primera vez que uno de estos animales aparece a orillas de la ría o, que incluso ballenas acaban varadas por las grandes mareas.
Un vecino del concello, Toni, fue el que se encontró con el delfín a orillas de la Ría de Vigo y que inmediatamente alertó al 112. Allí se presentaron también agentes de la Policía Local, Protección Civil de Vilaboa y personal del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Xunta. El personal municipal facilitó el traslado del animal hasta el puerto de San Adrián de Cobres donde contaron con la colaboración del armador y la tripulación del barco bateeiro "Vidal Calvar". Con esta embarcación de grandes dimensiones lograron liberar al delfín a la altura de la playa de Liméns, donde pudo volver al mar gracias a la colaboración de los vecinos de Vilaboa y las instituciones participantes.
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Para afrontar este tipo de casos, la red de varamientos de Galicia cuenta con el apoyo de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica, mediante el proyecto Revargal que cuenta con la financiación de la Unión Europea (NextGenerationEU) a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), y con el apoyo de la Consellería de Medio Ambiente e Cambio Climático.
Otros casos de varamientos
Uno de los últimos casos se registró a finales del año pasado, en octubre de 2024, cuando una ballena muerta apareció en una de las playas de Sanxenxo. Un ejemplar de 15 metros de longitud que se había dejado ver días antes por la zona y, finalmente el cuerpo sin vida llegó a la playa de Pampído.
En 2024, se registraron un total de 689 animales varados en las costas gallegas, una cifra récord en los últimos años. Desde el Cemma (Coordinadora para o Estudo dos Mamíferos Mariños), informaron a finales del pasado año, que una de las causas de que aumente el número de animales varados es por el cambio de lugar donde habitaban, "no encuentran comida en lugares en los que estaban comiendo antes". De este modo, se dirigen hacia otras aguas que "coinciden con zonas de pesca, lo que aumenta la mortalidad".