La plaza pública situada en la cubierta del Vialia Vigo se convierte estos días en algo más que un espacio donde disfrutar del sol o de desconexión de la dura rutina. La zona que permite disfrutar de la Ría o de una pequeña panorámica de la ciudad olívica se transforma en una especie de palco, de área privilegiada para asistir al avance de una de las obras más icónicas de la última década en la urbe gallega. El ascensor HALO va convirtiéndose en realidad. De ser un ascensor futurista, similar a una obra de Chillida, que llegó a acaparar la atención de medios de comunicación como Condé Nast Traveler a ser uno de los símbolos arquitectónicos de Vigo, siempre con el permiso de la Cidade da Xustiza.
En estos días, el ascensor HALO que permitirá conectar García Barbón con el Centro Comercial Vialia Vigo y las estaciones de tren y bus de Urzáiz afronta una de sus fases decisivas. Si los plazos marcados por el Concello se cumplen, la próxima semana se procederá a cortar totalmente el tráfico en el túnel de Lepanto, la conexión del centro de la ciudad olívica con la AP-9. Será una interrupción que durará alrededor de un mes para facilitar a los obreros el izado del anillo del HALO. Los primeros tramos del anillo ya se pueden vislumbrar, de tal modo que los más imaginativos pueden recrear cómo será este elevador que, como atractivo adicional, se convertirá también en un gran mirador de la Ría.
La estructura del HALO se atisba mejor desde García Barbón, donde las torres de los elevadores ya han crecido hasta llegar a su máximo altura y donde, además, ondea la bandera de Vigo. El siguiente paso, como decimos es el izado del anillo que conectará la estructura con la plaza superior del Vialia Vigo. Se prevé que el corte de tráfico total que afecte a Lepanto se prolongue aproximadamente hasta el 16 de marzo.
Si la hoja de ruta marcada por Abel Caballero se cumple, el ascensor HALO estaría operativo en el mes de agosto, por lo que restarían seis meses para que viguesas y vigueses puedan salvar la distancia existente entre García Barbón y el Vialia Vigo, evitando, de esta forma, dar el rodeo actual que supone continuar caminando hasta el cruce con Alfonso XII y subir toda esta calle hasta Praza da Estación.
El ascensor HALO, que pretende convertirse en un símbolo del proyecto municipal Vigo Vertical, tiene un presupuesto de 12,5 millones de euros, de los que 5,9 millones estarán financiados por fondos europeos. Diseñado por el estudio Arenas & Asociados, en colaboración con los vigueses AM2 y los portugueses NOARQ, contempla dos ascensores que suben hasta una altura de 45 metros. Llevarán a los usuarios a una estructura semicircular que se divide en dos mitades. Una estará abierta y se concibe como un mirador panorámico de la ciudad, mientras que la otra estará cerrada y protegida de las inclemencias meteorológicas. Los dos brazos de este semicírculo conectarán con la plaza superior del Vialia Vigo, en la parte central del edificio de la futura estación de tren. El tiempo que se tarda en cubrir la altura a salvar será de aproximadamente 23 segundos.