La curiosa historia del joven que vende bizcocho casero en Vigo para pagarse el carnet de conducir

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Una meta, mucha ilusión y una pizca de positivismo genuino. Estos son los ingredientes que llevaron a un joven de Mondariz a instalar su propio puesto de venta ambulante en pleno centro de Vigo. Más allá de personas sin hogar, artistas que brindan su música en directo o animadores infantiles, los peatones que cada día recorren la Príncipe se han encontrado esta semana con una curiosa manera de pedir dinero.

Con el objetivo principal de recaudar los fondos necesarios para pagar su carnet de conducir, Yago se presenta en la milla de oro de la ciudad olívica durante las tardes de esta semana de abril para ofrecer su receta “natural, sin nada de conservantes industriales” de bizcocho casero, algo que ha conquistado los corazones a los viandantes de la urbe gallega.

Nacido en Mondariz-Balneario, aunque criado en una aldea del concello de Mondariz, Yago es un joven de 19 años con un objetivo decidido: ir a los Países Bajos para iniciar un negocio, “conseguir el máximo de ingresos posibles y volver a España para poder montar una empresa aquí y generar empleo”, asegura a Metropolitano.gal. “Me gustaría poder hacerlo aquí, pero emprender en España, estando las cosas como están, es muy complicado”, matiza.  Y, ante la mala situación de la economía familiar, tomó la decisión de hacer lo que haga falta para poder “ir a la aventura”.

“Vengo de una familia de panaderos muy humilde, que me ha inculcado el espíritu de trabajo duro y soy de los que piensa que, si tienes un objetivo, tienes que ir a por él, sea cual sea, y si te pegas la hostia, pues es un camino que ya sabes que no tienes que recorrer”, explica.

Si bien en un primer lugar su idea era irse a Reino Unido, “pero con el tema del Brexit se volvió casi imposible”, finalmente tomó la decisión final de poner rumbo a los Países Bajos porque “un conocido del pueblo está allí y me ayuda con algunos aspectos del viaje”, expone. Así, tras calcular el dinero que le haría falta para poder costearse el viaje, hospedaje y el carnet de conducir, se puso manos a la obra.

En un primer lugar, este joven de Mondariz estuvo trabajando de camarero como extra de hostelería, lo que le permitió sacar algo de dinero para los vuelos, la facturación de las maletas y el lugar donde va a pasar los cuatro primeros días. Pero su ambición ha hecho que, antes de partir hacia los Países Bajos el próximo 7 de mayo, quiera tener el carnet de conducir aprobado. “Al no haber dinero en casa y tras darle mucho al coco, pensé, ¿por qué no coger los ingredientes y el horno que tengo en casa, hacer un bizcocho de proporciones exageradas y venderlo en porciones?”.

De esta manera, con varios carteles donde expone que vende bizcocho para poder pagar su carnet de conducir, muchas personas que pasean por Príncipe se paran a leer, observan con atención y, en bastantes casos, se animan a comprarle una porción por 2,50 euros. Entre frases como “mucho ánimo”, “mucha suerte con el carnet” o gente que simplemente aporta su grano de arena sin recoger el dulce a cambio, este joven de Mondariz está caminando hacia su objetivo. En la segunda jornada -por el pasado miércoles- ya había vendido más que durante la primera, “cerca de las 50 porciones he vendido”, exponía ante las preguntas de este diario.

Con el examen a la vuelta de la esquina, ya que lo realizará antes de que se vaya a Países Bajos, y una aventura en el horizonte, Yago se mantenía con una sonrisa en su puesto, las porciones de bizcocho que todavía no había vendido y un sentimiento de "gratitud por cómo se está portando la gente conmigo en Príncipe, donde espero estar el tiempo que pueda", concluye.

Pese a la curiosa historia de Yago, el Concello de Vigo recuerda que es necesario tener un permiso municipal para poder realizar este tipo de actividades.

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