La defensa de Samuel Kwesi, uno de los tres supervivientes al naufragio del 'Villa de Pitanxo', va "desmontaba" la estrategia de los armadores del buque ya que, según ha recordado, "hay testigos de las llamadas" en las que supuestamente la dirección de la empresa trataría de decirle al marinero que variase su versión sobre el hundimiento.
Así lo ha señalado el abogado Alberto Lastres en declaraciones a Europa Press, un día después de que el director general de Pesquerías Nores --la armadora del barco--, José Antonio Nores, y su hijo, el responsable de flota de la empresa, José Antonio Nores, acudiesen a declarar ante el magistrado de la Audiencia Nacional Ismael Moreno.
Según fuentes jurídicas consultadas por Europa Press, ambos solo respondieron a sus defensas, para asegurar que el barco contaba con trajes de supervivencia, que se cumplían con las medidas de seguridad y que el Pitanxo contaba con todos los certificados necesarios. Además, indicaron que no habían presionado a Samuel para indicarle lo que tenía que decir sobre el naufragio.
Sin embargo, estas últimas palabras han sido desmentidas por la defensa de Samuel, asegurando que se trata de una "estrategia de defensa" pero que, a su juicio, está "desmontada", ya que marineros del barco que rescató a los tres supervivientes, el 'Playa Menduiña 2', escucharon conversaciones telefónicas en las que los armadores hablaban con Kwesi para tratar de que variase su versión del hundimiento. También oyeron charlas de los tres supervivientes en las que el capitán del Pitanxo, Juan Padín, trataría de hacer que Samuel relatase los hechos de otra forma. "Es lo que llevan diciendo desde el principio, que ellos no trataron de hacer que cambiase de versión. Es una estrategia de defensa. Entendemos que está desmontada desde el minuto uno", ha subrayado Lastres.
El pesquero gallego 'Villa de Pitanxo' naufragó a 450 kilómetros de la costa de Terranova en febrero de 2022, acabando con la vida de 21 de los 24 marineros a bordo. A partir de ahí, las familias de los fallecidos han tratado de averiguar qué sucedió.
La investigación judicial se debe a que Samuel Kwesi ofreció una versión que contradice la expuesta por Padín y Rial, y que apuntaría a posibles negligencias por parte de estos que habrían desencadenado en la tragedia. Samuel también aseguró que la armadora le habría pedido que variase su versión, para que indicase que primero se paró el motor principal del barco y luego las maquinillas, además de para que dijese que el capitán había dado la señal de abandono del navío y que habían hecho simulacros de emergencia.
Durante la instrucción, el juez ha tomado declaración al patrón del pesquero, Juan Padín, en calidad de imputado, a su sobrino Eduardo Rial y al marinero Samuel Kwesi, como testigos, al ser los únicos supervivientes del naufragio. También está imputada la armadora, cuyos responsables acudieron este lunes a declarar. Tras tomarle declaración, el magistrado prohibió salir de España al patrón del pesquero, le retiró el pasaporte y le impuso la medida cautelar de comparecer cada quince días en sede judicial y estar localizado. Además, se solicitó una inspección ocular del barco, acometida este verano.
Familiares
Tras las declaraciones de esta semana, los familiares de las víctimas han reivindicado que "confían en la justicia" y que esperan que "pronto" se abra el juicio oral del caso. La portavoz de las familias, María José de Pazo, ha indicado que, a su juicio y el del abogado que los defiende, las declaraciones de este lunes han "reforzado y consolidado" las palabras de Samuel.