La hostelería une sus fuerzas para intentar respirar. Siguen siendo el sector más castigado en las restricciones aplicadas por la Xunta para paliar el duro impacto que está asestando la tercera ola del COVID19 en la comunidad gallega. Carlos Rodríguez, de APEMER; Rubén Pérez, de Zona Náutico; y César Ballesteros, presidente de la Federación de Hostelería de Pontevedra (FEPROHOS), han comparecido este viernes ante los medios de comunicación para reiterar sus quejas por un contexto que está asfixiando a los empresarios del sector.
Tras reunirse estos días con Xunta de Galicia y Deputación de Pontevedra, siguen sin vislumbrarse soluciones claras. Sienten que las administraciones "se pasan la pelota unas a otras". El modelo al que quiere aspirar la hostelería local es claro. Ponen de ejemplo lo que está sucediendo en Valencia, donde las tres instituciones van a colaborar de forma conjunta para ayudar al que es el sector más perjudicado por las restricciones para frenar el coronavirus.
Mientras el panorama no se aclare, la mesa de trabajo que reúne al sector turístico y comercial de la ciudad olívica ha decidido convocar dos nuevas acciones reivindicativas. La primera se centrará en un día concreto. Será este lunes 18 de enero. A las 10:30 horas, está convocada una movilización con cuatro paradas diferentes que arrancará ante la sede de la Xunta de Galicia en Vigo, donde se leerá un manifiesto y una serie de consignas. Posteriormente, el itinerario continuará el mismo formato ante la sede de la Deputación de Pontevedra, el Concello de Vigo en Praza do Rei y concluirá en Praza de España, un escenario que simbolizará la reclamación al Gobierno central de la prolongación de los ERTE y de otras medidas como la exoneración de la Seguridad Social.
La segunda acción reivindicativa será diaria. Todos los días habrá a las 12:00 horas un minuto de silencio, que continuará hasta que se levanten las restricciones que afectan a todo el sector. "Está demostrado que no somos el problema", señalaba Rubén Pérez, que indicaba que "nosotros tenemos controladas las medidas sanitarias, el aforo o la ventilación". El presidente de Zona Náutico manifestó su enfado por la falta de responsabilidades políticas de la "personas que haya provocado por una mala decisión esta tercera ola", aludiendo a la relajación de medidas de movilidad para facilitar las reuniones familiares en las celebraciones navideñas.
Las protestas no se reducirán solo a Vigo. Carlos Rodríguez, presidente de APEMER, avanzó que todo el sector del ocio nocturno de Galicia realizará una manifestación el próximo 6 de febrero en Santiago de Compostela. La protesta tendrá lugar en la Praza do Obradoiro. No obstante, todavía se están manteniendo reuniones para abordar a qué hora será la movilización.
La hostelería insiste que no es el problema, que no son los causantes del avance de la pandemia. Lo cierto es que, en el caso de Vigo, la hostelería sufre restricciones estrictas desde principios del mes de noviembre. Sin embargo, Alberto Núñez Feijóo aseguraba el pasado martes lo siguiente: "Si me piden que elija entre tener las UCIs colapsadas o la hostelería llena, mi obligación ética y moral es elegir las UCIs colapsadas". La sentencia es, a todos los efectos, lógica. Lo prioritario siempre es la salud. Sin embargo, el presidente de la Xunta de Galicia estableció una especie de acción y efecto entre pacientes graves a causa de la pandemia y la apertura de bares, cafeterías y restaurantes. "Estamos habituados a que se nos estigmatice", aseguraba en la rueda de prensa virtual de esta tarde Carlos Rodríguez de APEMER.
Las medidas aplicadas contra la hostelería ya están ejerciendo un impacto casi letal en los negocios de la urbe gallega. César Ballesteros aportaba un dato orientativo sobre los efectos que están ejerciendo estas restricciones en el sector. El presidente de FEPROHOS apuntaba que los controladores Covid puestos por el Concello se encontraron la semana pasada a un 39% de negocios cerrados. "No sabemos si cerraron porque no les compensa abrir en esta situación, pero sí sabemos que hay otros que han cerrado de forma permanente sus puertas". La situación no es halagüeña para una hostelería que sigue luchando por recibir ayuda de las tres administraciones, Xunta, Deputación de Pontevedra y Concello de Vigo. De momento, como aseguró Rubén Pérez, "la incertidumbre es la forma de vida desde el pasado mes de marzo".