La hostelería clama. Pide auxilio. El pequeño comercio, también. Dos sectores que, previsiblemente, estarían disfrutando de una de sus mejores etapas del año se han convertido en dos de las dos grandes víctimas económicas del coronavirus, la pandemia que ha marcado este 2020. Sus reivindicaciones regresaron este lunes a las calles de Vigo.
La urbe gallega se ha convertido en el escenario de las movilizaciones del sector desde principios del mes de noviembre. Las protestas coinciden con el plan diseñado por la Xunta de Galicia para frenar el avance del coronavirus por aquel entonces. Cacerolada en el centro y en Praza do Rei y posterior caravana desde Samil hasta O Castro. Las medidas del Gobierno de Núñez Feijóo golpeaban de forma directa al sector de la hostelería. Se lanzaba de forma extraoficial que la decisión era para salvar una temporada navideña que, finalmente, sigue con unas limitaciones que impide levantar el vuelo ante el año que ha puesto en peligro a un gran número de negocios en la ciudad. En el caso de Vigo, continúa la limitación del aforo en terraza e interior y solo se permite la apertura hasta las 17:00 horas.
Este 28 de diciembre, Día de los Inocentes, hosteleros y pequeños comerciantes volvieron a escenificar su unión. Esta vez en forma de manifestación, un recorrido con salida desde Praza do Rei y final en el Sireno para exigir un rescate que salve el empleo y sus sectores "duramente castigados por las restricciones para frenar el avande de la pandemia". En esta ocasión, los manifestantes leyeron un manifiesto dirigido al Concello de Vigo solicitando un plan de rescate urgente, ya que las ayudas previstas por la Xunta de Galicia o el Gobierno central apuntan que "no son suficientes para que se pueda garantizar la continuidad de los negocios", una posible desaparición que supondría la destrucción de miles de trabajos en la principal ciudad de Galicia.
La marcha arrancó en Praza do Rei a las 19:00 horas. Posteriormente, la manifestación, en la que el cántico más escuchado era "Hostelería solución", se dirigió por las calles Venezuela, Gran Vía, Urzáiz y Príncipe hasta el Sireno. La mayoría de participantes acudieron vestidos de negro, en señal de luto, y con el muñeco que simboliza los Santos Inocentes a su espalda. Junto a ellos, un lema con el hashtag #SomosInocentesVigo y una pancarta donde se exige el "rescate del sector turístico y comercial".