Fumata negra. El drama del autobús urbano en Vigo continúa después de que la empresa rechazara este viernes, de nuevo, aplicar la subida salarial de los años 2021 y 2022. “No lo entendemos, veníamos con positivismo y creíamos que hoy se podía conseguir algún acercamiento”, lamentan desde el comité.
Tras sucesivas reuniones y aplazamientos, Vitrasa acabó por ofrecer a los trabajadores una paga única sin consolidar de 500 euros por esos dos años, y solo aplicar un incremento del 3% en los salarios de 2023. El comité pedía subidas del 3% para 2021 y 2022. Hay que recordar que fueron los años de mayores alzas de precios, con el IPC cerrando en el 6,5% el 2021 y en el 5,7% en 2023. “No entendemos por qué no quieren hablar del incremento de esos años y sí del 2023”, señalan fuentes sindicales, que ahora están citadas para una nueva reunión el jueves 15 de febrero. Mientras tanto, la huelga seguirá.
La compañía argumenta a los trabajadores que no puede tomar decisiones de subida de sueldo hasta que conozcan las cifras de reequilibrio económico que pagará el Concello de Vigo para compensar los años de pérdidas durante la pandemia. “Dicen desconocerlas, aunque Caballero aseguró antes de Navidad que estaba hecho”, subrayan desde el comité para lamentar que "la ciudadanía está tirada y sin autobuses y nadie reacciona”.
Los trabajadores dicen haber hecho todos los “esfuerzos posibles” y aseguran que ofrecieron a la concesionaria la posibilidad de aplazar los pagos y “dar todas las facilidades, pero ellos dicen que no”. Lo que sí puso sobre la mesa Vitrasa fue una mejora en condiciones laborales y, concretamente, en las vacaciones, permitiendo que se concentren más cerca del verano (actualmente van de marzo a octubre). Los trabajadores mantendrán el pulso en las calles, con una marcha prevista este mismo viernes y dos nuevas manifestaciones el jueves 15 y viernes 16.
La empresa, por su parte, reitera la "complicada situación que está atravesando" y alega "más de 24 millones de euros de pérdidas y 26,5 millones menos de viajeros desde la implosión de la pandemia". Aseguran que han hecho un "esfuerzo" ofreciendo una media de 2.000 euros a cada trabajador, una cifra que incluye el pago de 500 euros así como la subida ya consolidada de un 3% en los salarios desde enero de 2023 y en el año 2024.
"La propuesta de la empresa tiene por objetivo desconvocar la huelga indefinida y continuar la negociación del convenio colectivo en un clima de normalidad para todos, eso es, sin huelga ni movilizaciones, liberando a la ciudadanía de la situación de secuestro actual, y a los trabajadores y a la empresa de sufrir las consecuencias de esta huelga indefinida", señala Vitrasa en un comunicado. La empresa insiste en censurar la "actitud de chantaje" del comité y lamenta que no se valore que los trabajadores tienen "las mejores condiciones laborales y el salario más alto de todo el colectivo de conducción de la provincia de Pontevedra".