“Quiero hacer ornamentalmente distinto al Hotel Bahía”. El alcalde, Abel Caballero, proponía esta semana articular un acuerdo público-privado para potenciar la reforma de este edificio, situado en Cánovas del Castillo, para hacerlo, al menos, estéticamente aceptable.
El regidor vigués expresó en Café de Redacción, de Televigo, su deseo para modificar la fachada del hotel y reconvertirla en “un gran edificio al estilo New York de cristal en el que se refleje la ría de Vigo”. Aunque Caballero reconoció que “es privado y lo tienen que hacer los dueños”, expresó su voluntad de “cooperar y buscar ayudas” para acabar con la actual fachada.
El Hotel Bahía de Vigo se encuentra, posiblemente, entre las mayores aberraciones urbanísticas de la ciudad. Construido en los años 70, se alza en plena franja costera de Vigo marcando drásticamente su skyline en un muro de cemento y baldosas de discutible gusto estético.
Hace años, el director del Bahía, César Sánchez Ballesteros, que también preside Federación Provincial de Empresarios de la Hostelería de Pontevedra, desveló la intención de reformar la fachada. El proyecto, de 1,7 millones, supondría un “cambio radical” en el edificio. Sin embargo, la crisis hizo inviable la mejora, que volvió al cajón.
Ahora, es Abel Caballero el que retoma la idea para proponer “hacer el edificio ornamentalmente distinto” ya que, asegura, “no lo vamos a tirar”.
Inaugurado en 1971 se construyó sobre el solar que años antes ocupaba el Mercado de A Laxe de comienzos de siglo, obra del arquitecto Benito Gómez Román. El Bahía, con sus 18 plantas, no solo supone un auténtico muro que separa a la ciudad de su borde litoral, sino que su estética ochentera rompe la harmonía con la arquitectura de un entorno de especial sensibilidad turística. Su imagen es la primera que se llevan los cruceristas que llegan a la ciudad.