La incidencia se dispara en Vigo y Redondela y está a un paso de implicar el cierre del ocio nocturno

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Los contagios empiezan a estar ya fuera de control en Galicia y las incidencias acumuladas se disparan en buena parte de los concellos gallegos. La temida quinta ola, relacionada esta vez con la población más joven que todavía no está inmunizada contra el covid-19, llega con fuerza. Las características especiales de los enfermos hacen que la presión hospitalaria siga en niveles muy buenos -en Vigo no hay ningún paciente en la UCI-, lo que ha permitido relajar las medidas a pesar del descontrolado aumento de contagios. Sin embargo, no quiere decir que los jóvenes estén totalmente a salvo de acabar en un hospital -Sanidade insiste en que también pueden acabar hospitalizados- y, sobre todo, la duda surge sobre qué pasará a largo plazo con las posibles afecciones de la enfermedad.  En este nuevo escenario, la Xunta mantiene una serie de niveles de restricciones que buscan reducir la escalada de contagios. En esta normativa "adaptada a la nueva situación", según explicó hace siete días el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña,  se recogen todavía cierres perimetrales para concellos en niveles extremos o cierre del interior de hostelería y ocio nocturno para los que lleguen al nivel alto. Y ahí es donde está a punto de entrar Vigo.

La primera ciudad de Galicia vive una escalada de contagios, paralela a lo que sucede en buena parte de las aglomeraciones urbanas de la comunidad, que se traduce en una incidencia acumulada a 14 días de 229 nuevos positivos por 100.000 habitantes. Es el peor datos desde el 16 de febrero, en plena ola de contagios derivados de las fiestas de Navidad. Solamente en las dos últimas semanas se han contagiado 679 personas en la ciudad. De mantenerse mañana este nivel de incidencia, el ocio nocturno debería pasar a exigir test diagnóstico negativo o certificado de vacunación para poder entrar en los locales, tal y como sucede ya en otros concellos de nivel medio (entre 150 y 250 de incidencia). Si sobrepasara los 250, algo que podría suceder si siguen escalando los contagios, Vigo entraría en nivel de restricciones alto -si el comité clínico mantiene los baremos- lo que implicaría la clausura del ocio nocturno y el cierre del interior de restaurantes y cafeterías.

La delicada situación de Vigo no es única en el área sanitaria. La incidencia en Oia es ya de 426 a 14 días, lo que sitúa al municipio muy cerca del cierre perimetral (fijado para aquellos concellos con una IA superior a 500). Solamente Covelo se mantiene sin ningún contagio en dos semanas.

Con respecto a hace una semana, la incidencia crece en Arbo, Cangas, Crecente, Gondomar,  Moaña, Mondariz, Mos, As Neves, Mondariz-Balneario, Nigrán, Oia, Pazos de Borbén, Ponteareas, O Porriño, Redondela, Salceda, Salvaterra, Tomiño y Tui, además de Vigo.

Este lunes, son candidatos a entrar en nivel alto de restricciones Arbo, Crecente, Oia y Pazos de Borbén. As Neves, Redondela y Vigo muestran también una tendencia preocupante que, de seguir al alza, implicaría también este nivel. De hecho, a siete días la incidencia señala a esa dirección. Por su parte, están ya en valores propios de nivel medio A Cañiza, Mondariz, Nigrán, Salceda y Tomiño.

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