El Juzgado de lo Contencioso Nº2 de Pontevedra viene de anular la resolución del Concello de Mos que obligó a retirar una pancarta reivindicativa contra la regidora local. La sentencia, que recoge que la pancarta se encontraba en terrenos propiedad de la Comunidade de Montes de Tameiga, ordena además la devolución de la sanción impuesta por el Concello a los comuneros.
"O despotismo da alcaldesa topou de novo coa reprobación da Xustiza", explican desde la Comunidad de Montes para explicar que el juzgado anuló el procedimiento de sanción. Según recoge la sentencia, la actuación municipal del Gobierno local vulnera el derecho de libertad de expresión, intentado acallar los actos de protesta de los vecinos haciendo un uso arbitrario de su autoridad como alcaldesa.
“A xustiza está da nosa parte. Non van conseguir amedrentarnos, a veciñanza comuneira seguirá defendendo o monte comunal a pesar da campaña de acoso que sufrimos por parte da alcaldesa de Mos” asegura el nuevo presidente de la Comunidade de Montes, César Lago. La entidad vecinal denuncia la "campaña de acoso e persecución" de la alcaldesa, Nidia Arévalo, contra "todo veciño ou colectivo que exprese o seu rexeitamento contra a expropiación e recalificación do monte comunal de Tameiga para a construción dun Macro Centro Comercial".
Según explican, "non é o primeiro intento de Nidia Arévalo de calar á veciñanza mediante denuncias ou sancións municipais facendo abuso do poder que lle confire o seu cargo". La Comunidade de Montes recuerda que todos los vecinos que fueron acusados fueron absuletos por la Justicia. "Anteriormente foi a Xunta Electoral de Tui quen desestimou as denuncias do Partido Popular pretendendo que se obrigar a retirar as pancartas reivindicativas das casas particulares da veciñanza comuneira", aclaran.
Los comuneros de Tameiga y la alcaldesa de Mos, Nidia Arévalo, mantienen un largo litigio cargado de enfrentamientos por el apoyo del Gobierno local a la construcción de la Ciudad Deportiva del Celta en terrenos de Pereiras y Tameiga. La Comunidade de Montes considera que se trata de un "pelotazo urbanístico" y se niega a vender sus fincas a la vez que denuncia el "daño ecológico" del proyecto del presidente del Celta, Carlos Mouriño.