La nueva potabilizadora de Vigo, en O Casal, concluye la gran cúpula del edificio de ultrafiltración

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Las obras de construcción de la nueva potabilizadora de Vigo, la ETAP de O Casal, avanzan “a buen ritmo”, lo que según los cálculos podrían permitir que en primavera pudiera entrar en funcionamiento en pruebas. El alcalde, Abel Caballero, visitó este miércoles las obras de la nueva ETAP acompañado por el concelleiro de Fomento y Servicios, Javier Pardo, la concelleira de Urbanismo, María José Caride, y la concelleira de Economía y Empresa, Elena Espinosa, así como representantes de Aqualia.

Los trabajos de ampliación y modernización de la potabilizadora, que cuentan con una inversión de 23 millones de euros, han sido calificados por el Concello y Aqualia como “revolucionarios” ya que supondrán que la nueva planta emplee membranas de ultrafiltración que permitirán mejorar la calidad del agua de una urbe de la dimensión de Vigo. "Es un hito tecnológico", apuntan.

La actuación se ejecutará en dos fases, y en este momento está ya construido uno de los elementos más simbólicos, la cúpula del edificio de ultrafiltración, de 39 metros de diámetro, que se convertirá en el corazón de la nueva ETAP de O Casal. “A día de hoy, las obras van a buen ritmo y se están desarrollando al tiempo que se está garantizando el suministro de agua”, explican desde la compañía. Algunas de las cifras más destacadas de los trabajos desarrollados hasta el momento son los más de 4.300 metros cúbicos de tierra extraídos durante la excavación o los 2.625 metros cúbicos de hormigón, 262.500 kilos de acero, 6.600 metros cuadrados de encofrado visto. Además, se llevó a cabo a demolición del antiguo decantador con un volumen de 8.400 metros cúbicos.

El edificio de ultrafiltración se está construyendo sobre el decantador existente. Se trata de un edificio de dos alturas y planta circular. En la planta inferior, se albergarán los canales de floculación y remineralización y los depósitos del agua pretratada en esta fase, y el bombeo hasta la planta superior, donde se situarán los sistemas de filtración y de ultrafiltración. Una vez esté operativo, el agua ultrafiltrada se conducirá, por gravedad, al depósito de cabecera que tiene 132.000 metros cúbicos (el agua equivalente a más de 50 piscinas olímpicas) y de ahí al sistema de distribución que pasa por ser la mayor infraestructura hidráulica de Galicia.

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