La paz social no es total, denuncian que el proyecto del Celta en Mos "sigue siendo un pelotazo"

Ecoloxistas en Acción denuncia que la recién declaración realizada por la Xunta de Galicia aprobando como Proyecto de Interés Autonómico (PIA) la ampliación de la Ciudad Deportiva del Celta en Mos supone una "recalificación del sueño rústico no urbanizable, que pasa a urbanizable". El portavoz de la organización, Xaquín Pastoriza, indica que esta aprobación es "un pelotazo urbanístico en toda regla y una apropiación del monte comunal, con la consiguiente pérdida de arbolado y biodiversidad para entregarlo a un proyecto privado, no a una obra de interés público, como un hospital".



El colectivo señala también que la Xunta ampara, con esta declaración, las "numerosas ilegalidades cometidas desde el principio de la construcción de la Ciudad Deportiva del Celta", denunciadas tanto por la Comunidad de Montes de Tameiga y Ecoloxistas en Acción, unas ilegales que consideran confirmadas por la justicia, ya que esta declaró en 2023 que la licencia para la construcción de este espacio fue ilegal. Además, se está realizando una fragmentación por fases del proyecto, lo que permitió al Celta eludir una evaluación ambiental completa.

Ecoloxistas en Acción admite es cierto que el proyecto final del Celta en Mos supone "una rebaja muy importante" con respecto a la idea que había de forma inicial, aparejado con un macro centro comercial que "devastaba más de un millón y medio de metros cuadrados" e incluso menor al original GS-360 que preveía la expropiación de una gran superficie de monte comunal en Tameiga para construir un estadio de fútbol y un Arena multiúsos. Esta actuación tendría que haberse desarrollado en uan zona urbanizada calificada para dotación deportiva y no en una zona forestal.

La organización recuerda que esta reducción del impacto del proyecto fue "gracias a la ejemplar movilización vecinal y del ecologismo gallego" que mantuvo el pulso con el Celta durante más de seis años. Ecoloxistas en Acción denuncian que seguirán "vigilantes" ante los pelotazos y las ilegalidades urbanísticas que se pretenden perpretar en el monte gallego. Para la organización ecologista los montes comunales deberían ser una figura de protección ambiental por sí mismos, ya que cumplen un papel fundamental en la lucha contra el cambio climático y por los servicios ecosistémicos que prestan a la sociedad.

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