Con la cuenta atrás iniciada para la apertura del Vialia de Vigo, el entorno de la estación apura también los plazos para reabrir con su nuevo aspecto, donde destaca la recuperación de la antigua fachada del edificio ferroviario de finales del siglo XIX. El entorno de Baixada a Estación, la calle que conecta con Urzáiz, está ya completamente asfaltado y las aceras y jardineras finalizadas. También se ha asfaltado ya la rotonda de la Praza da Estación, que debería reabrirse al tráfico de forma casi inmediata.
En el entorno, son ya visibles las enormes letras de "Vialia Vigo" que coronan la nueva estación y que son sello distintivo de Thom Mayne, el reconocido arquitecto que firma el diseño del edificio. Frente a ellas, en el muro de la calle Urzáiz se levanta la fachada de la antigua estación de Vigo, que tras décadas desmontada y abandonada en un almacén de Renfe, ha vuelto parcialmente a la ciudad, tras una reconstrucción que obligó a recrear algunas de las piezas al haber desparecido víctimas de los robos. "Es colosal, ver la antigua fachada al lado de la modernísima fachada de Thom Mayne es extraordinario, no hay nada que supere esto", expresó esta mañana el alcalde de Vigo, Abel Caballero. La fachada está casi lista, aunque no parece que pueda llegar a tiempo y estar finalizada para la apertura del Vialia.
Con la cuenta atrás iniciada para la apertura del Vialia de Vigo, el entorno de la estación apura también los plazos para reabrir con su nuevo aspecto, donde destaca la recuperación de la antigua fachada del edificio ferroviario de finales del siglo XIX. El entorno de Baixada a Estación, la calle que conecta con Urzáiz, está ya completamente asfaltado y las aceras y jardineras finalizadas. También se ha asfaltado ya la rotonda de la Praza da Estación, que debería reabrirse al tráfico de forma casi inmediata.
En el entorno, son ya visibles las enormes letras de "Vialia Vigo" que coronan la nueva estación y que son sello distintivo de Thom Mayne, el reconocido arquitecto que firma el diseño del edificio. Frente a ellas, en el muro de la calle Urzáiz se levanta la fachada de la antigua estación de Vigo, que tras décadas desmontada y abandonada en un almacén de Renfe, ha vuelto parcialmente a la ciudad, tras una reconstrucción que obligó a recrear algunas de las piezas al haber desparecido víctimas de los robos. "Es colosal, ver la antigua fachada al lado de la modernísima fachada de Thom Mayne es extraordinario, no hay nada que supere esto", expresó esta mañana el alcalde de Vigo, Abel Caballero. La fachada está casi lista, aunque no parece que pueda llegar a tiempo y estar finalizada para la apertura del Vialia.
La antigua estación sufrió el ostracismo durante décadas después de que se decidiera su derribo para levantar un nuevo y mayor edificio que permitiera ofrecer los servicios necesario de la pujante urbe gallega. La que fue la primera estación de ferrocarril de la ciudad se proyectó en 1881 por el ingeniero Javier Boquerín y su construcción finalizó en 1878, aunque hubo que esperar al 18 de julio de 1881 para inaugurarla. Tras una ampliación en 1923, que permitió incorporarle la segunda planta, las instalaciones se quedaron pequeñas para el rápido crecimiento de la ciudad y en 1987 se edificó un nuevo edificio que sustituyó a la estación original y supuso el inicio de su declive. A finales de la década de 1990 fue desmantelada y sus piedras se llevaron al almacén de Adif de Redondela, donde permanecieron abandonadas sin ningún mantenimiento, a pesar de ser incoada como bien de interés cultural (BIC) por la Xunta de Galicia.
Ahora, la fachada servirá además también de mirador desde la propia calle Urzáiz. Allí, se instalará una tarima de madera, un cierre lateral de cristal y un pasamanos de madera, además de jardineras. Los trabajos para que esté finalizada deben finalizar a finales del mes de octubre. La empresa encargada de las obras trabaja con el horizonte del 24 de octubre, aunque muchos de los trabajos finalizarán antes. También se avanza en los espacios verdes de la propia plaza. Lo que sí estará listo es el acceso desde la Praza da Estación, que se convertirá en la entrada principal de la estación ferroviaria y del centro comercial Vialia. Ya son visibles las diferentes paradas de autobús y taxi.
En el plan, está también el nuevo ascensor que conectará esta plaza con Vía Norte y se situará entre la esquina del nuevo edificio del Vialia y de la antigua fachada ferroviaria. Ahí, se instalará un ascensor que finalizará en una ampliada acera de Urzáiz. Con un coste de 319.764,17 euros, el elevador debería estar operativo en noviembre si se cumplen las previsiones de la licitación. El ascensor será panorámico a una cara con doble embarque y tres paradas con capacidad para hasta 13 pasajeros.
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