La realidad virtual como terapia, el proyecto pionero que fabrica la UVigo con la Cruz Roja de Lugo

El uso de tecnologías de realidad virtual inmersiva para mejorar terapias físico-cognitivas en personas con daño cerebral adquirido constituía el eje central de TEVI-DCA, una iniciativa pionera del grupo de investigación HealthyFit, de la Universidade de Vigo, y Cruz Roja. Este ensayo clínico se llevó a cabo en el Centro de Parálisis y Daño Cerebral de esta organización en Castro, Ribeiras de Lea (Lugo) y su evaluación final permitió constatar como el programa de ejercicio desarrollado permitió generar mejoras en las funciones ejecutivas, en la calidad de vida y en la capacidad funcional de las y de los participantes. Señalado por Cruz Roja como "un ejemplo de innovación y compromiso con la neurorrehabilitación", este proyecto tendrá continuidad con la implantación y evaluación de un nuevo programa basado de nuevo en el uso de gafas de realidad virtual, de esta vez tanto para la realización de ejercicio físico como para llevar a cabo trabajo cognitivo.

Una alianza para avanzar en la rehabilitación

Como señalan desde Cruz Roja, el daño cerebral adquirido, causado por accidentes cerebrovasculares, traumatismos craneoencefálicos, tumores o infecciones cerebrales, genera secuelas que afectan profundamente las capacidades físicas, cognitivas y emocionales de los pacientes. El proyecto TEVI-DCA exploró como la realidad virtual puede ser una herramienta eficaz para abordar estas secuelas, creando entornos inmersivas personalizadas que favorecen la recuperación y bienestar de las personas participantes. En ese sentido, desde Cruz Roja destacan que este programa permitió a las y a los participantes del centro de Castro, Ribeiras de Lea, se beneficiará de un enfoque terapéutico innovador, diseñado para maximizar los avances funcionales y mejorar su calidad de vida.



Metodología y resultados destacados

En este primer ensayo clínico participaron 14 personas con daño cerebral adquirido, con una edad media de 52 años. A lo largo de 19 semanas, realizaron un programa de intervención que combinaba el uso de un cicloergómetro con "exergames", videojuegos con un componente físico, en unas gafas de realidad virtual. La evaluación final permitió detectar mejoras, entre otros ámbitos, en las funciones ejecutivas, en los parámetros de calidad de vida relativos al bienestar físico y mental y en la capacidad funcional de las y de los participantes, registrándose "avances significativos en fuerza muscular y autonomía".

Estos primeros resultados fueron presentados recientemente en el centro de Cruz Roja por el catedrático de la Facultad de Ciencias de la Educación y del Deporte y coordinador del grupo HealthyFit, José María Cancela, y por el investigador y profesor de la Facultad de Fisioterapia, Pablo Campo. Se trataba, recuerdan, de un proyecto pionero, puesto que si bien diferentes estudios abordaran previamente los beneficios de la actividad física en este colectivo, no existían trabajos centrados en un programa de ejercicio que incorporase realidad virtual inmersiva. "Los resultados fueron muy buenos, sobre todo en lo referido a la mejora cardiovascular y del equilibrio", señala Cancela, que recuerda que el primer objetivo de este ensayo clínico era confirmar "su usabilidad de eta herramienta" y su seguridad a la hora de realizar actividad física con este colectivo. "Sus experiencias fueron muy positivas y se detectaron mejoras prácticamente en todas las variables que investigamos", añade Campo, que señala que tras el programa se registraron mejoras en los parámetros referido a la "fuerza en miembros inferiores, funcionalidad de la marcha, calidad de vida y funciones ejecutivas".

Una línea de colaboración que continúa

Los investigadores de la Universidade de Vigo y Cruz Roja abogaron por expandir los resultados de este proyecto y explorar nuevas aplicaciones de realidad virtual inmersiva en el ámbito de la rehabilitación neurológica. Con ese objetivo, iniciaron ya los trabajos para la puesta en marcha de un nuevo programa, que recibe el nombre de EITI-DCA 2.0 y que busca dar continuidad, con diferentes mejoras, al primer ensayo clínico. "Los resultados fueron muy buenos, pero, evidentemente, al ser un proyecto piloto, encontramos también alguna debilidad", apunta Cancela. En ese sentido, esta primera experiencia llevó a la sustitución de los equipos empleados por otros que, valiéndose el mismo "exergame", permiten realizar un trabajo aerónito tanto con miembros inferiores como superiores. Al mismo tiempo, se apuesta también por seguir realizando "intervenciones de corta duración", pero de esta vuelta a una "alta intensidad", como explica el responsable de este grupo de investigación, que forma parte del Instituto de Investigación Sanitaria Galicia Sur.

Otra de las novedades es que el nuevo programa sumará a dos sesiones de ejercicio físico semanales una tercera, de carácter intermedio, dedicada "solo a tareas cognitivas", también a través del uso de "exergames", "con los que se trabajarán aspectos ligados a la memoria y a la toma de decisiones, bajo la dirección de la psicóloga general sanitaria", apunta Campo. Se trata de un programa de 20 semanas, que los investigadores buscarán que, en lo referido a la intensidad que se le requiera a cada paciente, sea "lo más personalizado posible", apunta Cancela, que incide en el diferente "grqado de incidencia de esta patología".

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