El alcalde de Vigo y candidato socialista a revalidad la alcaldía, Abel Caballero, abogó esta mañana por modificar la ley 14/1985 que los juegos y apuestas en Galicia para limitar las zonas en las que se pueden abrir locales de apuestas, que han comenzado a aflora en la ciudad ante la queja de los vecinos.
En la última semana, la asociación Novo Vigo de Navia anunció que emprendería una serie de acciones informativas y de protesta que finalizarán con una gran manifestación para reclamar una nueva legislación ante este tipo de locales, pero también para limitar, por ejemplo, la presencia de máquinas de apuestas en bares. En el caso del barrio vigués, la sala que levantó la polémica se encuentra a escasos 50 metros de un parque infantil y a menos de 500 del colegio público. En este sentido, Caballero explicó esta mañana que el local carece, por ahora, de licencia administrativa de apertura.
“Hay dos resoluciones de la Xunta autorizando la apertura, pero por ahora el Concello no tiene ningún papel discrecional y esa sana lo tiene licencia de actividad”, aclaró el regidor vigués. Aunque el alcalde reconoce que “si cumplen la ley el Concello no tiene margen de maniobra”, avanzó que “vamos a echarle un vistacito en detalle” antes de otorgar el permiso.
Una vez que finalicen las obras en el establecimiento, el Concello deberá enviar inspectores para comprobar que se cumple con la normativa y el proyecto. El plazo desde que la empresa presenta la documentación y el Concello emite una resolución favorable o negativa es de cinco días.
Una normativa más restrictiva
Con todo, el regidor vigués apostó por modificar la ley para hacerla “más restrictiva” y limitar las zonas de apertura de este tipo de negocios. “No puede ser que haya un macroparque infantil y al lado una sala de apuestas”, expresó. “Hay que cambiar la normativa, y punto”, zanjó Caballero para asegurar que comparte "la preocupación de las gentes de Navia”. Por ello, y teniendo en cuenta que la problemática va más allá de las casas de apuestas, el alcalde de Vigo apuesta por “revistar toda la legislación de juegos”.