Más y más lluvia y temporal en el mar. Así se podría definir la situación meteorológica para la próxima semana en las Rías Baixas, que aún con todo podrán disfrutar de un par de jornadas en las que no será necesario coger el paraguas, si se cumplen las previsiones.
La llegada de un nuevo frente a Galicia intensificará el viento del suroeste, con intervalos de fuerza ocho en el mar, y activa para este lunes la alerta por temporal costero. Según MeteoGalicia, las Rías Baixas estarán en alerta amarilla por viento en el mar, de fuerza siete y pudiendo alcanzar la fuerza ocho y, desde el mediodía del lunes a las 12:00 horas del martes, por olas de cuatro a cinco metros.
Peor será la situación en la Costa da Morte, que estará primero en aviso amarillo en el mar por viento, pero alcanzará la alerta naranja de 6:00 a 9:00 horas al esperarse rachas de fuerza ocho. Asimismo, desde las 12:00 horas del lunes al mediodía del martes el litoral estará en aviso amarillo por ondas de cinco a seis metros.
Lluvias generalizadas y dos días de calma
Volviendo a tierra, en Vigo, la agencia gallega de meteorología espera que el martes las precipitaciones vayan remitiendo y, aún teniendo presencia durante la mañana, ya por la tarde el cielo esté principalmente nublado y sin lluvias.
Para el miércoles la predicción apunta a nubes y claros con posibilidad de lluvia muy remota, por debajo del 15% en Vigo y los concellos del área, mientras las temperaturas se quedarán en los 8ºC para las mínimas y los 16ºC para las máximas.
Será la tarde del martes y la jornada del miércoles los dos únicos días en los que las precipitaciones no sean protagonistas. La semana arrancará el lunes con tiempo nublado con chubascos a lo largo de todo el día, mientras que la previsión a largo plazo apunta a una clara posibilidad de lluvias, por encima del 85%, a partir del jueves y durante el próximo fin de semana.
Baja la cota de nieve
La influencia de las bajas presiones enviará un nuevo frente frío durante las primeras horas del lunes, que dejará precipitaciones que, en la zona de montaña, podrían traducirse en nevadas. En concreto, la cota de nieve bajará hasta los 900 metros, las temperaturas mínimas subirán ligeramente y las bajas no tendrán unos cambios significativos.