La UVigo vuelve a situarse entre las 600 mejores universidades del mundo

Publicidad

El Academic Ranking of World Universities (ARWU) o ranking de Shanghai del año 2020  confirma el regreso de la Universidade de Vigo entre las 600 mejores universidades del mundo, del total de 1000 instituciones de educación superior, que evalúa la clasificación elaborada por la organización independiente Shanghai Ranking Consultancy. Después de situarse el año pasado en el tramo 601-700, la UVigo recupera posiciones en este 2020, retornando al grupo en el que se encuentran las universidades clasificadas en el tramo 501-600, en el que ya había aparecido en los años 2017 y 2018. "Es una satisfacción comprobar que los esfuerzos de los investigadores de la UVigo vuelven a posicionarnos entre las mejores 600 universidades del mundo", asegura el rector Manuel Reigosa, que "responsabiliza" de esta recuperación al esfuerzo de la comunidad universitaria, al tiempo que recuerda que "desde el punto de vista institucional, la UVigo siempre apostó por incentivar la investigación y por primar los criterios de calidad de las publicaciones. Ahora estamos continuando en esa línea, pero incluyendo un gran impulso en los programas de captación y de retención de talento". En este sentido, Reigosa destaca "el éxito" de la institución por ser capaz en los años 2018 y 2019 de atraer nuevos científicos y científicas altamente citados (HCR), como Maurizio Battino. Francesca Giampieri y Bruno Mezzetti.

Precisamente, las y los investigadores altamente citados (HiCi) es uno de los indicadores que evalúa el ranking de Shanghai, que completa sus criterios de clasificación con el personal docente (Award) y alumni ganadores de premios Nobel y medallas Fields (Alumni); los artículos de resultados de investigación publicados en Nature y Science (N&S); artículos indexados en Science Citation Index- Expanded y Social Science Citation Index (PUB) y el rendimiento académico per cápita de las instituciones ( PCP). "El ranking de Shanghai es una referencia de primera orden. En primer lugar porque es independiente, en segundo lugar porque es objetivo y tiene criterios claros, conocidos y estables y en tercero lugar, porque tiene la consideración en todo el mundo, siendo probablemente la principal referencia", argumenta el rector.

En una edición del ranking en la que las universidades de Harvard, Stanford y Cambridge encabezan la clasificación, la UVigo comparte el tramo 501-600 con las universidades españolas Politécnica de Madrid, Navarra, Aísles Balears y Rovira i Virgill, situándose como la decimo séptima institución académica española del total de 40 universidades nacionales que figuran en esta edición del ranking. Respeto del año pasado, la UVigo, además de ascender del tramo 601-700 al 501-600, sube en el global de las instituciones académicas españolas, que encabezan la Universitat de Barcelona, la Autónoma de Barcelona y la Complutense de Madrid, situándose en el puesto 14, empatada con las universidades antes citadas. En 2019, la UVigo había quedado en el tramo 18-21 de las universidades españolas, junto a Cantabria, Córdoba y Salamanca.

Cumpliendo la hoja de ruta para retornar entre las 500 mejores

A mejora experimentada en la posición de la UVigo en el ranking de Shanghai 2020 respeto del anterior, además de "mostrar la vitalidad de la institución y su apuesta por el esfuerzo, mérito y capacidad", ayuda, según el rector a visibilizar a todos los niveles su posicionamiento. "Esto puede redundar en muchas ventajas, influyendo en la captación de alumnado internacional o facilitando la atracción de investigadores de alto nivel, lo que redundará de nuevo en mejoras institucionales. Al mismo tiempo, puede repercutir en un mejor posicionamiento para el trabajo de transferencia y la colaboración con las empresas del entorno, que es un objetivo fundamental de nuestro trabajo como institución", asegura Reigosa.

Con motivo de la publicación del ranking, el rector recuerda que en su discurso de toma de posesión había apuntado como objetivo llegar a estar de nuevo entre las mejores 500 universidades del mundo, un hito que la UVigo había conseguido consecutivamente en los años 2011 y 2012. "Hasta ahora, vamos cumpliendo la hoja de ruta, pero esto no garantiza que seamos capaces de llegar a esas posiciones tan pronto como me gustaría. El resto de las universidades también incorporan mejoras y la competición es totalmente abierta. En resumen, pienso que debemos tener como objetivo llegar a esas posiciones de privilegio, sabiendo que lo importante no es el ranking, sino el trabajo de calidad que se hace", señala Manuel Reigosa.

Valoración de los datos del primero plazo de matrícula del curso 20-21

La publicación ayer sábado del ranking de Shanghai coincide prácticamente en el tiempo con el de los datos del primero plazo de matrícula de los grados con límite de plazas para el curso 2020-2021, que en el caso de la UVigo revelan que hasta de ahora se cubrieron 2234 plazas de las 3665 ofertadas, lo que representa un porcentaje de ocupación del 61%, que en el caso de la USC se sitúa en un 64% y en el de la UDC en un 52%.

Hacia un curso que estará, también en el ámbito universitario, marcado por la COVID19, así como por los cambios que se hicieron en las pruebas de la ABAU, el rector de la UVigo avanza que "el año pasado después del primer llamamiento teníamos peores datos globales, tanto en valores absolutos, como en posición relativa con respecto a las otras universidades gallegas, pero hay que tener en cuenta que hay un número mucho mayor de alumnado por los cambios en la selectividad". A pesar de que a nivel estatal se preconizaba un descenso importante en el número de estudiantes matriculados en grado y maestrado, el rector apunta que "por los datos que barajamos, parece que en la UVigo vamos a resistir el tirón", una circunstancia que Reigosa achaca, por una parte a que las tasas en Galicia siguen siendo de las más bajas del Estado, así como a que haya estudiantes que prefieran quedar en la comunidad y no arriesgar a moverse a otras. "Pero pienso que también los alumnos tienen claro que la Universidade de Vigo, a pesar de las dificultades, hizo una acertada apuesta por la docencia no presencial cuando fue necesario. Además, la UVigo en su conjunto va a hacer el esfuerzo de maximizar, con prudencia, la docencia presencial en este curso y desde luego, estamos preparados para los distintos escenarios previsibles en cuanto a la pandemia y si llegara el cierre de centros, continuaríamos impartiendo la docencia con cierta 'normalidad', explica el rector, que también recuerda que la UVigo convocó para el próximo curso nuevas becas para alumnado que tenga miembros de la familia afectados por ERTEs o EREs, con el objetivo de que "nadie deje de estudiar en la universidad por una dificultad económica", señala Reigosa.

Salir de la versión móvil