La conselleira de Economía, Industria e Innovación, María Jesús Lorenzana, ha asegurado que pedirá a la multinacional auxiliar del sector de la automoción Faurecia que recompre Madera Fiber, en la actualidad en concurso de acreedores. Así lo ha señalado Lorenzana tras reunirse este pasado miércoles con el comité de empresa de la compañía, en un encuentro en el que también estuvo presente la directora del Instituto Galego de Promoción Económica (Igape), Covadonga Toca.
En él, se analizaron las solicitudes de los empleados y la Xunta aseguró que se pondrá en contacto con el administrador concursal para tratar de mantener el empleo, según indicaron sindicatos a la salida del encuentro. Este jueves, en una entrevista en la Radio Galega recogida por Europa Press, Lorenzana ha subrayado su compromiso de reunirse con la antigua propietaria de Madera Fiber, Faurecia, que en la actualidad continúa siendo su principal cliente, adquiriendo cerca de un 85% de su producción.
Ella solicitará a la empresa que vuelva a comprar a su antigua filial, ubicada en O Porriño, para poder mantener el empleo. La conselleira ha recordado que Faurecia dispone de varias factorías en Galicia, por lo que se podrían analizar diferentes propuestas de recolocación de los cerca de 100 empleados de Madera Fiber. Pese a la "complejidad" del asunto, Lorenzana ha indicado que exigirá a Faurecia, "dentro de sus posibilidades", que asuma la responsabilidad con el empleo en la Comunidad.
Hechos
La situación, según explicaron los trabajadores, viene dada después de que en julio de 2021 Faurecia comunicó a los empleados la venta de la unidad productiva al grupo Callista Private Equity, tratándose de un fondo buitre alemán. En enero de 2022 esta compañía tomó el control de la planta de O Porriño tras el pago de un euro, pese a que Faurecia además inyectó capital por valor de tres millones, según denuncian los empleados.
En ese momento, los responsables del comprador se reunieron con el comité informando de que traían un plan industrial para dar viabilidad a las instalaciones. "La realidad que pudimos comprobar fue que nunca tuvieron un plan industrial, ni invirtieron nada para tenerlo, sino todo lo contrario, se dedicaron a descapitalizar la planta, llegando incluso a vender los terrenos en julio de 2022 por un precio muy inferior al valor de mercado de 2,4 millones", criticó el presidente del comité de empresa, Leonardo Suárez.
"En febrero de este año el fondo buitre alemán, siguiendo su modus operandi habitual, abandona la antigua planta de Faurecia cediendo los activos por 3.600 euros a una empresa rumana gestionada por Rüdiger Wisser, personaje que se define a sí mismo como 'el enterrador", añadió el presidente del comité. Según él, el nuevo propietario dejó claro que pretendía buscar un nuevo comprador o cerrar la planta y el pasado jueves, 14 de septiembre, presentó el concurso de acreedores.