El Instituto Galego de Vivenda e Solo (IGVS) sorteó hoy entre sus adjudicatarios las 24 viviendas de promoción pública construidas por la Xunta de Galicia en la calle Canicouva (Chantada) en el Concello de Vigo, y que se suman a las 33 asignadas el pasado mes de octubre en la calle de Ignacio Grobas.
La delegada territorial en la comarca viguesa, Marta Fernández-Tapias, destacó que estas actuaciones responden a la "ambiciosa política de vivienda de la Xunta", que marcó como prioritario la construcción de viviendas protegidas en las grandes ciudades gallegas, donde la demanda es mayor y donde se tiene acreditado mayores necesidades. Subrayó que este tipo de intervenciones tienen como objetivo facilitar el acceso a una vivienda a todas las familias que precisen ayuda para eso, posibilitando hogares a un coste asumible en la ciudad de Vigo.
En conjunto, 62 nuevas viviendas de promoción pública, con una inversión autonómica que, en total, supera los 8,4 millones de euros, para poner estas viviendas a disposición de los ciudadanos de Vigo. Fernández-Tapias fue la encargada de presidir este sorteo de asignación que se celebró en la Delegación Territorial y ante notario, junto al jefe provincial de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, José Manuel González González, y la jefa de área del IGVS, María Martínez Allegue, en un acto al que estaban convocados los adjudicatarios de las viviendas. La vivienda adjudicada, así como las condiciones, precio e instrucciones sobre los trámites a realizar por cada adjudicatario antes de la entrega se comunicarán desde el IGVS, de forma individualizada.
Se trata de inmuebles de 4, 3 o 2 dormitorios, 3 de ellos adaptados a personas con movilidad reducida, que cuentan con garaje y trastero, patio exterior y con acabados de calidad. Además, indicó la representante autonómica, se localizan en una zona estratégica de la ciudad como es el acceso a la Universidade de Vigo y al Hospital Público Álvaro Cunqueiro. Las viviendas fueron adjudicadas por lotes, en función del número de integrantes de la unidad familiar, según se indica en seguida.
En la adjudicación de las viviendas adaptadas para movilidad reducida tuvieron preferencia, en primer lugar, aquellas personas que necesitan silla de ruedas para sus desplazamientos o dependen absolutamente de dos bastones para caminar. En segundo lugar a personas que habían tenido acreditada una enfermedad o discapacidad permanente y que, por su desarrollo, había sido un impedimento para desplazarse sin ayuda o que afectara notoriamente a su movilidad.
Las viviendas se adjudicaron en régimen de alquiler en los casos en los que los ingresos de la unidad familiar no superan 1,5 veces el Iprem y en régimen de compraventa en las unidades con ingresos entre 1,5 y 2,5 veces el Iprem. El Instituto Galego de Vivenda e Solo invirtió 3,4 millones de euros en la construcción de estas viviendas.