El viernes 29 de abril de 2022 quedará marcado en la historia de Galicia por un hecho hasta ahora inédito: la primera dimisión de un presidente autonómico, el quinto, Alberto Núñez Feijóo, quien ha dicho su adiós institucional este viernes, un mes después de tomar las riendas del PP estatal después.
Como marca el procedimiento, a primera hora de ayer viernes Feijóo se dirigió al Parlamento gallego para mantener un encuentro con el jefe del Legislativo, Miguel Santalices. Previamente, se encontró con sus diputados en las instalaciones del Grupo Parlamentario Popular. "Emocionado, pero tranquilo" y también "feliz", ha entregado una breve carta a Santalices, que ha cerrado con una breve nota manuscrita en la que proclama que "no importa dónde, Galicia siempre".
Posteriormente, se ha desplazado al Pazo de Raxoi, en la emblemática Praza do Obradoiro, para culminar su adiós institucional a través de una declaración institucional sin preguntas y difundida por los medios de comunicación citados a tal efecto.
Durante el discurso, en el que Feijóo se ha erigido en "discípulo de Galicia" y ha trasladado su objetivo de exportar a España lo que hizo "posible" en la Comunidad --ha aludido a una "Galicia cordial" marcada por la "unidad" y la "moderación"--, hubo emoción más o menos contenida, según el momento, por parte de sus conselleiros. La titular de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, entre otros, no pudo contener las lágrimas.
Tampoco pudo el propio presidente, cuyo discurso fue interrumpido, hacia el final, por el aplauso de su equipo. Acabada la declaración, ya sin difusión en directo, un vídeo repasó distintos momentos en los 13 años y 11 días de mandato que ha vivido al frente de la Xunta y que, pese a equipararse con él en mayorías absolutas consecutivas (cuatro), aún le dejan lejos de los casi 16 años de Manuel Fraga en el poder.
Y si antes de la declaración hubo foto de familia, entre otras, en la Praza do Obradoiro --llegó ajustado el vicepresidente económico, Francisco Conde, a quien un vuelo le complicó la jornada--, Feijóo cerró su despedida institucional con imágenes más informales con miembros de su equipo, con antiguos colaboradores e incluso con algunos de los periodistas y fotógrafos que le siguen habitualmente, esta vez al otro lado del objetivo.