Domingo marcado en Vigo por la lluvia, sí, pero también por el fútbol. Y no solo en el campo de Balaídos, ya que el enfrentamiento entre el Celta y el Barça se ha trasladado a distintos puntos de la ciudad. Más allá de los hogares de los vigueses y las viguesas, donde cada cual vive su propio ritual antes de un partido, lugares como Peinador se han transformado por el choque entre ambos equipos.
Una gran comitiva de aficionados (del Barça, del Celta o del fútbol en general) se ha trasladado al aeropuerto para recibir a la plantilla blaugrana. Allí, los eufóricos seguidores gritaban el nombre de las grandes estrellas, especialmente del joven Lamine Yamal.
Pero ese no ha sido el único alarde de 'forofismo', porque el aterrizaje del Barça en Vigo ha tenido su propio 'escenario B'. En pleno centro de la ciudad, la comitiva del club, con Joan Laporta a la cabeza, se ha dejado cautivar por los sabores de un restaurante de Vigo. Como es habitual, han disfrutado de una comida en uno de los restaurantes locales de referencia, el Silabario.
- Te puede interesar: El restaurante de Vigo que ha conquistado a Florentino Pérez y la comitiva del Real Madrid
Mientras los directivos del FC Barcelona degustaban el producto local y la sabrosa cocina del que es el restaurante con Estrella Michelín más barato, a las puertas un grupo de aficionados esperaba a la salida del presidente.
Una vez más, los vehículos que trasladan a estos visitantes ha podido aparcar impunemente en Príncipe y Velázquez Moreno sin autorización ninguna. Pero tampoco han recibido ningún apercibimiento por parte de la Policía Local. Una prerrogativa que se le suele conceder a los grandes clubes que visitan Vigo y disfrutan de este tipo de comidas.
Ya cumplida la sobremesa, sobre las 17:00 horas, toda la directiva del Barça ha abandonado el Silabario con el estómago lleno y el paladar contento. Aunque el único que importaba a quienes esperaban en la puerta era él, el President, Joan Laporta. Complaciente, este se ha dejado fotografiar y estrechar la mano entre los presentes en el lugar, que se marchaban contentos con este recuerdo de la visita del Barça a Vigo.
