El personal de las escuelas infantiles privadas o de gestión indirecta -etapa 0-3 años- están secundando la primera de las cuatro jornadas de huelga convocadas para reclamar un convenio digno y unos salarios justos. Para visibilizar sus demandas, varios cientos de trabajadoras se concentraron en las ciudades de Vigo y A Coruña para denunciar “el bloqueo patronal a la negociación de un convenio en el que las tablas ya quedaron por debajo del Salario Mínimo Interprofesional”, según indican desde la CIG.
Esta es la segunda huelga que vive el sector, que en Galicia agrupa a unas 2.000 personas y unos 200 centros, en respuesta al “inmovilismo y al desprecio de la patronal” ya que tras más de un año y 10 reuniones “nada se avanzó en un acuerdo que permita a las trabajadoras recuperar el poder adquisitivo perdido y obtener unos salarios dignos y justos”, acordes con la responsabilidad de su labor educativa y social con los menores.
Además, según indica el sindicato, “la patronal rechazó las múltiples propuestas hechas por la parte social en el resto del articulado”, en el referente a mejoras laborales y sociales, bien no respondiendo o “mismo proponiendo involuciones en derechos que no tienen justificación dada la precariedad actual del convenio en su conjunto”.
En el manifiesto leído durante las concentraciones se denunció que la actitud de las organizaciones patronales "evidencia a falta de voluntad negociadora con el ánimo de retrasar y evitar afrontar la necesaria actualización de los salarios, que actualmente se encuentran por debajo del Salario Mínimo Interprofesional y congelados desde 2021, impidiendo así que las trabajadoras puedan recuperar el poder adquisitivo perdido y tenerlos actualizados".
Junto a esto, y según la CIG, la patronal niega la necesidad de incrementar el diferencial salarial para las educadoras infantiles y también se oponen a la aprobación de unas tablas salariales equilibradas, dignas y justas para todo el sector. Por eso, al final de las protestas de Vigo y A Coruña ya se advirtió que, de no producirse avances significativos, la huelga se repetirá los días 25 de octubre y 8 y 15 de noviembre. En esta línea, se hizo un llamamiento al resto de organizaciones sindicales para que abandonen su postura y se sumen a la lucha por un convenio digno.
El personal acusa a UGT, USO y FSIE "de incumplir el compromiso alcanzado en julio" y de romper la unidad sindical “sin justificación para volver al entreguismo", dejando así "tiradas las trabajadoras de un de los sectores más precarizados de nuestro país", denuncian desde el sindicato.
“Servicios mínimos abusivos”
Sobre la marcha de la huelga, el responsable de enseñanza privada de la CIG-Enseñanza, Henrique García, explica que, dada a atomización de los centros, sobre todo privados y sin representación sindical, el seguimiento fue muy desigual. "No tenemos datos de todos, pero de los que pudimos sondear estamos en los números de la huelga de junio, por encima del 80%", señala. Denuncia que los “servicios mínimos abusivos impuestos por la Xunta y muchos concellos, en el último día, provocó mucha confusión y temores de que hacer en unas trabajadoras y un grande enfado y activación de la movilización en otras”.
En este sentido, García critica que las escuelas privadas impusieron, "mal asesoradas por las patronales mayoritarias presentes en la mesa negociadora, servicios mínimos ilegales por seguidismo de los decretados por las administraciones". Estos servicios serán denunciados por las centrales sindicales ante la justicia, "para que en otras convocatorias no se repitan y reciban la sanción que les corresponda por la vulneración del derecho a la huelga de las trabajadoras e incluso muchas amenazadas por ciertas patronales". Finalmente, García insistió en que la CIG seguirá exigiendo negociaciones de ámbito gallego, para que tengan mayores posibilidades de mejorar las condiciones salariales y laborales.