El Movimiento ASPACE se pronuncia. Observa una laguna en el plan de vacunación que se está desarrollando en España al no incluir en los grupos prioritarios de inmunización ante el coronavirus a las personas cuidadoras y a las personas con parálisis cerebral con menor grado de dependencia. En estos momentos, el fármaco se está inoculando a personas con parálisis cerebral y grandes necesidades de apoyo con un grado III de dependencia, generalmente usuarios de residencias y centros de día. Sin embargo, el riesgo ante el COVID19 no termina con la administración de la vacuna a este colectivo.
El Movimiento ASPACE señala que estas personas necesitan de una importante ayuda para desarrollar actividades de la vida diaria de cualquier nivel durante las 24 horas del día de los siete días de la semana. Apuntan que, además, son uno de los colectivos más vulnerables en esta pandemia debido a su pluridiscapacidad, sus patologías respiratorias crónicas y los problemas cardiovasculares que se les asocian. Por ello, consideran que "es prioritario" que se vacunen también con carácter urgente a sus grupos de convivencia.
La familia, habitualmente la madre, es la principal cuidadora de la persona con parálisis cerebral y conforma el grupo social con el que más tiempo conviven las personas con parálisis cerebral. "Incluir a los familiares convivientes en los grupos prioritarios de vacunación garantiza limitar el impacto del coronavirus en el colectivo", sostienen.
El Movimiento ASPACE asegura que "debería ser una cuestión urgente" la vacunación para las personas con menor grado de dependencia atendidas en centros ocupacionales, centros y servicios de empleo, centros de educación especial, de habilitación funcional, atención domiciliaria, atención temprana y otros servicios en los que se dan tratamiento que dificultan la aplicación de medidas preventivas como la distancia social y el contacto físico, ya que, en muchos casos, comparten instalaciones con personas con mayores necesidades de apoyo y, por tanto, mayor vulnerabilidad frente al virus. Además, recuerdan que la pluridiscapacidad y las afectaciones asociadas a la parálisis cerebral son un riesgo añadido en caso de contagio por COVID19, independientemente del grado de dependencia.
Por último, solicitan que la vacunación se ha de extender a todos los equipos de trabajo de cualquiera de estos servicios, incluyendo a aquellos que realizan asistencia domiciliaria y apuntan que "es recomendable" que se realice en instalaciones de sus entidades para facilitar el proceso y garantizar la seguridad.