La Gran Vía de Vigo está más coloreada que nunca. La segunda fase de las rampas mecánicas que darán continuidad a la actuación estrenada en diciembre de 2020 encaran ya su recta final. Los operarios han concluido en las últimas horas la instalación de todos los pórticos, que mantienen la gama cromática de la primera fase de las cintas mecánicas que permiten a las usuarias y usuarios salvar actualmente la pendiente que hay desde el cruce con María Berdiales hasta la calle Venezuela. Ahora, el Concello tiene pendiente concluir esta obra que posibilitará subir sin esfuerzo desde el cruce con Venezuela hasta Nicaragua, prácticamente hasta Praza de España.
Si los nuevos plazos facilitados por Abel Caballero se confirman, la segunda fase de las rampas mecánicas de Gran Vía estarán en funcionamiento en el mes de febrero, es decir, dentro de muy pocas semanas. Tras la colocación de los pórticos y de los elementos mecánicos, los operarios tienen pendiente concluir acciones como la instalación de las cristaleras en los pórticos, concluir las zonas ajardinadas, instalar el mobiliario y realizar los últimos remates de la que es, posiblemente, la primera gran obra realizada por el Concello que se inaugurará en este 2023.
Uno de los elementos más icónicos de esta segunda fase de las rampas de Gran Vía ya está instalado desde finales del mes de octubre. Se trata del Pezseto, un jardín vertical que, tal y como señaló en diversas ocasiones Abel Caballero, "es el Puppy particular" de Vigo en referencia a la escultura floral realizada por el estadounidense Jeff Koons para los alrededores del Museo Guggenheim de Bilbao. Por otro lado, queda ver cómo finalmente se completa esta actuación en la que el proyecto figuraba la instalación de un suelo interactivo que emite sonidos cuando la gente camina por encima de él.
La actuación que está previsto que se inaugure en el mes de febrero cuenta con un presupuesto de 4,2 millones de euros, que sumado a la inversión de 4,4 millones de la primera fase de las rampas, provocan que el coste total de la reforma del bulevar se eleve por encima de los ocho millones de euros en esta obra que se convertirá en una de las más icónicas del proyecto municipal del Vigo Vertical, que en este verano se espera que se inaugure el ascensor HALO, el elevador de carácter futurista "al estilo Chillida" que unirá García Barbón con el Centro Comercial Vialia Vigo y las estaciones de tren y autobús de Urzáiz, una actuación que será el eje del "corredor mecánico" diseñado por el Concello para unir la parte baja y la alta de la ciudad.