Las obras de la Avenida de Madrid arrancan en 2025 y tendrá radares, una glorieta y 250 árboles

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La reforma de la Avenida de Madrid tampoco comenzará este 2024. El alcalde, Abel Caballero, confirmó este viernes en un audio enviado a los medios de comunicación, que el inicio de las obras no llegará hasta entrado el próximo año, cuando estaba previsto que acabaran. La Xunta de Goberno local aprobó este viernes la conformidad de la remodelación de la Avenida de Madrid, con un proyecto que “es acorde con lo que el Concello plantea y está ratificado por la comisión de seguimiento de la obra”.

Sin embargo, el Concello todavía deberá ahora licitar la obra y adjudicarla, con lo que los plazos según confirmó el propio regidor llevan a postergar el inicio de las obras hasta “después de la Navidad”. La humanización tendrá un coste de 16,8 millones de euros, de los que el Gobierno de España pagará 11,2 millones, además de la redacción del proyecto. “Más de dos tercios del conjunto de la obra”, subrayó Caballero.

El planteamiento de la actuación ha sufrido diferentes cambios en el largo trámite administrativo que debería haber comenzado a ejecutarse en 2016, tras firmarse entonces un acuerdo entre el Gobierno de Vigo y el Ministerio, entonces dirigido por Ana Pastor. "Vamos a integrarla como una gran avenida de la ciudad, más permeabilidad peatonal, diseño, estética, modelo de humanización en el más alto nivel de la ciudad", señaló el alcalde.

Según el proyecto diseñado por el Ministerio de Transportes, la 'nueva' Avenida de Madrid, que conecta el final de la autovía A-55 con Plaza de España, tendrá aceras más anchas con arbolado y baldosas de granito. En total, el proyecto prevé plantar más de 250 árboles (125 olivos, 63 cerezos japoneses y 63 aligustres arbóreos, entre otros).

La parte vegetal será especialmente contundente, con un gasto previsto en jardinería cercano al medio millón de euros, incluyendo también 50 lantanas de 1,50 metros, 30 especies arbustivas, 60 begonias, 266 plantas de diferentes tipos y hasta 4.763 ejemplares arbustivos para las nuevas medianas.

Separación de los carriles y radares

En cuanto a la disposición de la zona rodada, finalmente no habrá rotondas, si se cumple lo previsto en el proyecto, a excepción de una glorieta partida. Además, en varios tramos se mantendrá la separación física entre los carriles centrales y los de servicio, con un bordillo de granito, y se reordenará el número de carriles en cada dirección.

Por otra parte, el proyecto contempla una nueva fuente ornamental en la intersección entre Raposeira y Gandarón, por un importe aproximado de 100.000 euros, además de prever hasta 200.000 euros en gastos en elementos ornamentales y escultóricos a lo largo de la avenida. Además, el documento contempla la instalación de cuatro cámaras de control de velocidad así como la instalación de dos radares de tráfico fijos. 

Cambios en las intersección

En el cruce de Rúa Loureiro con San Roque, planteada como intersección en cruz esviada, se mantendrá similar a la actualidad pero se añade desde la vía d servicio de la calzada en sentido Vigo un ramal directo hacia San Roque, y también otro ramal directo en el sentido contrario, bajando desde Plaza de España, hacia Loureiro.

En el entorno del cruce con Estrada do Vilar y Travesía Portela (a la altura del concesionario Rodosa), el nuevo trazado elimina las tercianas y las vallas metálicas para mejorar la conectividad.  Además, se abre la mediana para convertir este punto en una intersección en cruz esviada. El Ministerio sostiene que el nuevo diseño de la intersección favorecerá la permeabilidad entre el tronco y las vías de servicio para el principal volumen de tráfico de la avenida existente entre el enlace de la estación de autobuses y la intersección con la Rúa Gandarón y el Camiño Raposeira. Adicionalmente, ambas calles bidireccionales transversales a la Avenida de Madrid, es decir, la estrada do Vilar y la travesía J.A. Portela se convierten ambas en unidireccionales con sentido de circulación este. Así, se pierde el movimiento desde la Estrada do Vilar hacia la vía de servicio.

Por último, en el cruce entre Rúa Raposeira y Rúa Gandarón, donde acaba la autovía para comenzar una vía ya más urbana, el nuevo trazado de la intersección conservará su tipología de glorieta ‘partida’ atendiendo al adecuado funcionamiento en la actualidad de esta configuración. Partiendo de esta consideración, se ha planificado la ejecución de tres nuevas isletas ajardinadas, dos de las cuales buscarán mejorar la canalización del tráfico mientras que la tercera, en el eje del tronco, aportará a la intersección un carácter más urbano.

Se mantienen todos los movimientos con respecto a la antigua configuración de la intersección. Operativamente, sólo se diseñan dos modificaciones que comprenden la ejecución de las nuevas isletas con objeto de facilitar el encauzamiento del tráfico y evitar que se colapse la glorieta. Concretamente, se bifurcará el tráfico que se dirige y también que procede desde Raposeira.

Así serán los carriles de circulación

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