Las obras en el estadio de Balaídos siguen su curso. Abel Caballero manifestó que el siguiente paso que se dará en la reforma del templo del celtismo será la demolición de la "gran torre de iluminación" que está situada en el exterior del complejo deportivo, entre la gradas de Gol y Tribuna. El derrumbe de esta instalación supondrá el corte al tráfico de la cale Olímpicos durante dos días, concretamente el 14 y el 15 de abril. "Se va a desviar el tráfico por la Rúa Val Miñor y por Alcalde Portanet", apuntó el regidor vigués, que destacó que las obras en Balaídos avanzan "a buena velocidad".
Abel Caballero detalló que a día de hoy ya se han desmontado todos los asientos de la grada de Marcador y se han retirado las butacas de Río Bajo, grada en la que el Concello va a establecer un mayor espacio entre filas debido al error cometido en la reforma de esta bancada, donde apenas había distancia entre los asientos.
El alcalde de la urbe gallega estableció un cronograma de la reforma de Marcador. "A finales de este mes empezaremos a tirar los interiores de una parte de la grada". Caballero apuntó que desde Praza do Rei trabajan con LaLiga para el desvío provisional que el organismo que preside Tebas tenía en Balaídos. Precisamente, cuando concluya la competición doméstica, el Concello procederá a desmontar el marcador electrónico y también retirará la iluminación del estadio en esa zona.
En verano llegará uno de los momentos determinantes en la obra de Marcador. Será cuando se procederá a tirar "toda esa cochambre" de grada. "Haremos una grada que dé seguridad y no suelte cascotes", afirmaba Abel Caballero durante la rueda de prensa ofrecida este mediodía en Praza do Rei.
El regidor vigués recordaba que una de las grandes novedades que deparará la nueva grada de Marcador será la proximidad de los aficionados de esa bancada con el terreno de juego. La reforma permitirá estar 35 metros más cerca del verde de Balaídos. Las obras en Marcador tendrán un coste de 15,5 millones de euros, inversión que acometen al 50% el Concello de Vigo y la Deputación de Pontevedra. "El club y Feijóo no pagan nada", concluyó Abel Caballero.