La plaza situada en el entorno La Colegiata ya tiene proyecto ganador. Las viguesas y los vigueses ya tienen las primeras infografías sobre cómo será un espacio que promete marcar un antes y un después en pleno Casco Vello vigués. La propuesta que ha ganado en el concurso de ideas convocado por el Concello es la de "Mutante" (consulta todos los detalles aquí), pero el certamen municipal también ha premiado tres interesantes iniciativas que queremos resaltar en Metropolitano.gal. Un espacio verde frente a la Concatedral de Vigo, una especie de azotea que acogiera eventos culturales y de ocio en pleno corazón de la urbe gallega o un modernista edificio son algunas de las singularidades que se han quedado a las puertas de convertirse en realidad.
MUTANTE, PROPUESTA GANADORA
Segundo premio: un espacio verde
La propuesta del estudio MMASA proponía una intervención diferente, construyendo poco pero manteniendo las trazas de la memoria colectiva. Para ello se señalan cuatro características de la actuación: integración urbana –con el cumplimento normativo-; innovación funcional –proponiendo como uso público un parque y un espacio autogestionado-; compromiso medioambiental –introduciendo vegetación y reciclando-; y desarrollo por fases –sin necesitad de ejecutar toda la obra en un mismo momento.
Esta idea proponía mantener la línea de fachada introduciendo los soportales y expandiendo la plaza hacia el interior. Las líneas de altura máxima, así como los soportales, se realizan de un modo acorde a la ficha del Plan Especial aunque se mantienen igualmente las cotas de forjado para enfatizar las diferentes propiedades que existieron en el lugar de la intervención. Concebía el conjunto como un espacio de encuentro, de carácter público, creando un hábitat vegetal que posibilite lugares de convivencia que ayuden a frenar la privatización del espacio público. Se propone un espacio abierto, un parque en altura, que mantiene la relación con la plaza pero que genera nuevos puntos de vista de la Colegiata y singulariza cada uno de los rincones de estancia.
La introducción de vegetación en el interior de la parcela es, en primer lugar, un modo de mitigar el impacto visual de la fachada posterior, pero también sirve para anticipar un modo de resolución del resto de las fachadas, que contarían con envolventes vegetales y contribuir a la reducción de emisiones de CO2, explica la memoria. A nivel constructivo, respetando los muros existentes, se complementan con estructuras de madera que en ocasiones se cierra –haciendo un invernadero ventilado- y en otros casos quedan completamente abiertas al exterior. En cubierta se colocan varios paneles solares que garantizan la electricidad necesaria, así como sistema de aprovechamiento de aguas grises para los aseos de la planta baja.
Tercer premio: compartido entre "piedra, cristal, madera" y "follas novas"
El tercer premio lo comparten la propuesta "piedra, cristal, madera" de María Gloria Ochoa Fernández y "Follas novas" de Joaquín Mosquera.
"Piedra, cristal, madera". Proponía expandir el espacio público de la Plaza de la Iglesia generando bajo el edificio propuesto una prolongación en continuidad y a cubierto del espacio de la Plaza de la Iglesia a modo de soportal, susceptible de funcionar con las actividades que se programen tanto en la propia plaza de la Iglesia como en la Praza da Pedra. El interior del edificio se entiende como un espacio multiusos de gran versatilidad en planta primera con una altura libre de 4.50 metros, divisible en diferentes espacios tanto en planta como en altura.
Asociado al núcleo de comunicaciones verticales hay un privilegiado mirador hacia la ría por encima de la pequeña edificación del nº11. Desde este volumen se accederá a un nuevo espacio al aire libre sobre la cubierta pensado para la programación de diferentes actividades. Proponía además mantener el uso comercial y habitacional.
"Follas novas". El proyecto trata de recuperar la idea de ágora cívico-religiosa que fue antiguamente, cerrando la plaza en su fachada enfrentada a la Colegiata, ahora incompleta. Para ello, se realiza una escalinata longitudinal enfrentada a la existente, resolviendo el desnivel de manera suave, y estableciendo un diálogo directo para mirar y ser mirado desde la Plaza de la Colegiata, para disfrutar de un nuevo espacio social, no sólo de tránsito. Se considera fundamental el uso del soportal, que en su condición ligeramente elevada y horizontal descansarán nuevos usos desde los que disfrutar de la Colegiata.
Este proyecto crea una pieza de apariencia fragmentada, esencialmente vertical, con un uso interior marcado por la horizontalidad y unidad. La propuesta evita todos los pilares intermedios, ubicando la estructura vertical en la fachada exterior y cerchas en su cubierta para liberar la planta de cualquier estructura. En planta inferior, los espacios tienen un carácter más privado, con una luz más neutra e íntima pensada para despachos profesionales, oficinas o también dotaciones como biblioteca o guardería. En planta baja, se proponía una superficie comercial que dote de vitalidad al entorno urbano. Otros usos con vocación pública como dotaciones y equipamientos serán posibles, al estar a pie de calle y con gran visibilidad. En planta alta, la situación privilegiada con respecto a la plaza y la Colegiata, sumado a la luminosidad, versatilidad y transparencia hace que prácticamente cualquier uso sea posible, siendo un espacio de interés para dotaciones (bibliotecas, exposiciones y otros usos culturales o sociales) o de mayor interés en su rentabilidad económica (pequeñas oficinas o espacios diáfanos de coworking).