Tres tortugas marinas -Ibai, Luceira y Lula- fueron liberadas esta tarde en el mar una vez completada su recuperación en el Instituto Galego de Formación en Acuicultura (Igafa), organismo dependiente de la Xunta y en el que estuvieron ingresadas en las últimas semanas bajo la supervisión del personal de la Coordinadora para el estudio de los mamíferos marinos (Cemma).
La vicepresidenta segunda y conselleira de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, Ángeles Vázquez, asistió este martes al embarque de los tres ejemplares en la patrullera "Punta Roncadoira" del Servizo de Gardacostas de Galicia, que salió desde el puerto de Vilaxoán, en Vilagarcía de Arousa, para proceder su suelta en la boca de la Ría.
Acompañada por el delegado de la Xunta en Pontevedra, Agustín Reguera, y por la directora xeral de Patrimonio Natural, Belén do Campo; la vicepresidenta segunda supervisó el operativo junto al personal de Cemma y de Gardacostas, que se encargó de la posterior liberación de los tres ejemplares, una vez en alta mar.
En este sentido, Ángeles Vázquez puso en valor el "gran trabajo" que realiza en Galicia la Cemma a favor de la atención, la recuperación y el estudio de los animales marinos (maníferos y réptiles) que cada año recalan en las costas gallegos, subrayando la importancia de que su departamento, en el marco de las competencias que tiene en defensa de la observación de los hábitats y especies, se roee de organizaciones como esta para completar su labor.
Rescate y traslado directo al Igafa
Ibai, Luceira y Lula fueron rescatadas por tres barcos pesqueros frente a las costas gallegas. En concreto, el primero de estos ejemplares fue localizado el pasado 15 de noviembre por un pescador, que la llevó hasta el puerto de Fisterra, donde la bautizaron con el nombre de su hijo. Ese mismo día, el pesquero Luceiro uno capturó en sus redes a la tortuga Luceira, que fue trasladada hasta Cedeira para que recibiera atención.
Por último, Lula apareció atrapada también en las redes de un pesquero el 1 de diciembre y tras su rescate, fue trasladada hasta el puerto del Barqueiro. En este caso, el nombre fue escogido por los hijos del patrón del barco que la localizó.
Una vez en tierra y tras hacerle los exámenes rutinarios y comprobar que no presentaban heridas graves, se decidió trasladar a las tortugas directamente a las instalaciones del Igafa, organismo dependiente de la Consellería do Mar. Allí permanecieron ingresadas para que ganaran peso y garantizar su total recuperación antes de devolverlas al mar.
Bajo la supervisión del personal de la coordinadora, el cuidado de estos animales en las últimas semanas contó también con la participación voluntaria del alumnado y demás personal del instituto en la Illa de Arousa con el fin de favorecer su progresión. De hecho, este tipo de estadías suelen aprovecharse para formar a los estudiantes en aspectos relacionados con la protección de los mamíferos marinos y el fomento de la sensibilidad medioambiental.