El incendio forestal registrado en el municipio de Arbo, en la parroquia de Mourentán, ha sido extinguido en la noche del lunes, tras arrasar 22,7 hectáreas, de las cuales la mayoría corresponden a monte arbolado, y 1,8 hectáreas a terrenos de raso. El fuego, que se inició en la noche del domingo, fue combatido por un amplio despliegue de medios que incluyó dos helicópteros, 24 brigadas, 23 motobombas, siete agentes, dos palas y tres técnicos.
Gracias a la rápida intervención de los equipos de extinción, se logró controlar la situación antes de que el incendio se expandiera a más áreas forestales. Las labores en el terreno, apoyadas tanto por medios aéreos como terrestres, han sido cruciales para evitar mayores daños y garantizar la seguridad en la zona afectada.
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Por otro lado, el incendio declarado en el municipio de A Gudiña, en la parroquia de Pentes, sigue siendo motivo de preocupación. Aunque el fuego ha sido estabilizado desde la medianoche entre el lunes y el martes, aún no se ha logrado controlar completamente. Hasta el momento, este incendio ha afectado a unas 150 hectáreas, poniendo en peligro una vasta área forestal. El origen del fuego se detectó a las 13:18 horas del lunes, y desde entonces, se ha desplegado un importante operativo para hacer frente a las llamas.
En las tareas de extinción participan 10 helicópteros, ocho aviones, 20 brigadas, nueve motobombas, ocho agentes, cuatro palas y dos técnicos. Este despliegue ha sido fundamental para frenar el avance del incendio, aunque las autoridades continúan vigilando de cerca la evolución de la situación. La Consellería do Medio Rural ha informado que se seguirá trabajando hasta que se pueda dar por controlado el fuego y garantizar que no haya riesgos de reactivación en las próximas horas.