Los bomberos comarcales pondrán fin este jueves, día 18 de enero, a su acampada en la Praza do Obradoiro de Santiago de Compostela para "coger fuerzas" e "iniciar una campaña sindical más intensa" toda vez que el conflicto sigue sin solución más de siete meses después de que el colectivo iniciase una huelga indefinida.
"El paro de esta medida permitirá reagrupar fuerzas dentro del colectivo para afrontar la nueva etapa que se ciñe sobre el tablero, en la que, de ser el caso y de seguir siendo ignorados, se abrirán nuevos frentes nada halagüeños", avisa el colectivo.
De ello han informado el comité de huelga en un comunicado, en el que destacan el "éxito" de esta iniciativa que comenzaron el pasado 15 de diciembre con el objetivo de dar a conocer sus reivindicaciones. Además, han señalado que ya han recogido 32.000 firmas, una cifra "simbólica" toda vez que es el salario bruto anual que demandan y con el que buscan elevar su retribución mensual hasta los 1.670 euros.
Los bomberos han dado a conocer su decisión en una nota de prensa en la que aseguran observar decepcionados la "indiferencia" y "dejadez" con el que la Xunta y las diputaciones afrontan las negociaciones que podrían facilitar el inicio de la normalidad.
En este sentido, apuntan que desde que el pasado día 3 de enero se celebró la última reunión, las administraciones siguen sin dar fecha para un nuevo encuentro, pese a que en la última cita la patronal aludió a una nueva fecha en la segunda semana del año.
Los bomberos consideran que la Xunta y las diputaciones los utilizan como "arma arrojadiza" ante los "inminentes comicios que habrá a nivel autonómico". "No es un juego al que nos prestemos a jugar", ha subrayado el presidente del comité de huelga, Ángel Moldes.
Por su parte, el también integrante del comité de huelga, José Luis Pareja, critica la "lentitud" en los pasos que dan sus interlocutores. "Tan solo queremos desbloquear y poner soluciones a un problema que está afectando seriamente a la ciudadanía. Parece que tengamos más intereses y actitud los bomberos que los propios políticos", incide.
En esta línea, el secretario del comité, Honorino Raña, subraya que les está resultando "muy complicado contener a los compañeros". "La falta de acción por parte de las administraciones hace que la presión suba, y todo puede estallar en cualquier momento", avisa.