La moción de urgencia presentada por el BNG vigués en el pleno municipal no tuvo consecuencias. Fue denegada por el secretario municipal. "Non é unha atribución do secretario municipal", denunciaba Xabier Pérez Igrexas. Un grupo de bomberos que presenció la sesión mostraba un enfado. "Vivides nunha mentira", clamaba uno de ellos. Tanto el grupo de trabajadores como la propuesta del concejal nacionalista buscaba que se atendieran las reivindicaciones de un colectivo que lleva más de 20 días de huelga indefinida, una protesta que fue convocado por los sindicatos CIG y CUT.
"Cando haxa mortos xa falaremos", recriminaba otro bomberos mientras que el grupo abandonaba el pleno. "Ogallá ardan as vosas casas". La sesión municipal se cerraba con otro momento tenso, el segundo tras la interrupción de miembros de Acampada Vigo. A mediados de agosto, el colectivo de bomberos ya manifestó que "Vigo é unha cidade fermosa pero perigosa", momento en el que se declaró una huelga indefinida para la que se activó un servicio mínimo de 21 trabajadores, algo que, aseguran, ni tan siquiera se cumple habitualmente.
El objetivo de este paro indefinido era poner en evidencia la falta de efectivos del cuerpo de seguridad. En la actualidad forman parte de la plantilla 102 bomberos, "cuando deben figurar 149, y 2017 si tenemos en cuenta la proporción de la comarca". El BNG solicitaba en la moción de urgencia presentada en la sesión que la concelleira de Seguridade, Elena Espinosa, presente en el próximo pleno un informe detallado con el número de jornadas laborales desde el 1 de enero hasta la actualidad, en las que no se cumplió el mínimo de 20 efectivos operativos, y permita el acceso de concelleiros y concelleiras de la Corporación a los cuadrantes de servicio para su consulta.