El Servizo Galego de Saúde (Sergas) cerrará este verano el 11,4% de las camas de sus hospitales, en torno a 800 entre todas las áreas sanitarias salvo en la de Ourense-Verín-O Barco de Valdeorras, donde como cada año estarán todas habilitadas.
Según datos recabados por Europa Press, a lo largo de este verano, entre los meses de junio y septiembre, estarán inoperativas de forma escalonada al menos 810 camas. Serán más que en años anteriores debido a incrementos en las áreas de Vigo, Santiago-Barbanza y Ferrol.
Consultado por Europa Press, el Sergas cifra en el 88,6% el total de plazas que estarán operativas durante la época estival, una medida que se adopta "una vez hecho el análisis pormenorizado de los recursos necesarios" en cada hospital.
La planificación asistencial para el verano se hace teniendo en cuenta factores como los menores índices de ocupación hospitalaria "debido a la reducción estacional de patologías y a la correlativa reducción de ingresos por enfermedad", argumenta el Sergas.
En cualquier caso, "como ocurre todos los años", el 100% de las camas de todas las áreas sanitarias estarán "disponibles si así lo requiere la demanda asistencial".
Ferrol, Santiago y Vigo
Si se observan los datos por áreas sanitarias, recopilados por Europa Press --el Sergas, de manera oficial, ofrece solo los porcentajes--, la más afectada por esta reestructuración es la de Ferrol, donde sus hospitales operarán al 17%. En el lado opuesto se sitúa la de Ourense, donde no habrá cierres ni en la capital provincial ni en los hospitales comarcales de Verín y Valdeorras. En Ferrol, serán hasta 70 los recursos que cerrarán en el momento más álgido del verano, teniendo en cuenta que no todos estarán afectadas a la vez por esta medida. El año pasado fueron 36, la mitad.
También suben en el área de Santiago-Barbanza, de un 9% el año pasado hasta el 14% este. Serán 112 camas bloqueadas, todas ellas en hospitales de la capital gallega --se excluye el de Ribeira-- y entre el 16 de julio y el 16 septiembre. En concreto, serán 18 en el Clínico y otras 94 en el de Conxo.
En Vigo, ascenderán a 170 --35 más que el año pasado-- las plazas que quedarán inoperativas, el 12,7%. Esto será en el punto álgido del verano, es decir, del 16 de julio al 31 de agosto. La mayoría, 110 (aunque en función de las necesidades podrían ser 104), estarán en el Álvaro Cunqueiro, a las que se sumarán otras 60 del Meixoeiro. Todo ello sin tener en cuenta que, en este último centro, hay más de un centenar inhabilitadas desde hace años.
El plan de reestructuración para el verano del área viguesa ya comenzó el 1 de junio, con 35 camas cerradas en el Álvaro Cunqueiro y 30 en el Meixoeiro, y se extenderá hasta el 30 de septiembre.
A Coruña, Lugo y Pontevedra
En cuanto al área de A Coruña-Cee, el plan también ha empezado ya en junio y a lo largo del verano, hasta septiembre, se inhabilitarán un total de 204, entre las 180 de los hospitales de la ciudad herculina y las 24 del Virxe da Xunqueira, en Cee. Más en detalle, en A Coruña serán 50 en el Avente Lago, 41 en el Teresa Herrera, 69 en el Universitario --en las plantas de Urología y Cirugía se aprovechará para acometer obras-- y 20 en el de Oza.
En el área de Lugo, el plan de reestructuración para el verano afectará a 132 camas, aproximadamente el 10% de todas las existentes y un nivel similar al año pasado. Serán 68 en el Hospital Universitario Lucus Augusti (HULA), 38 en el hospital de Burela y otras 28 en el de Monforte.
Finalmente, en el área de Pontevedra-O Salnés, las camas cerradas se mantienen en el 11%, con un total de 120 afectadas: un centenar en la ciudad del Lérez y una veintena en el de Vilagarcía de Arousa.
En base a años anteriores
Sanidade explica que estas cifras se planifican "en función de estudios exhaustivos de actividad de años anteriores". En todo caso, añade, se "garantiza la calidad asistencial de los pacientes" durante la temporada estival teniendo en cuenta las peticiones de vacaciones por parte del personal. Asimismo, como una "garantía" ante situaciones "excepcionales e imprevisibles", en todos los centros habrá un plan de contingencia para activar plazas "de modo ágil" en caso de ser necesarias.