“El único hogar que tenemos, cuidémoslo”. Los adultos del mañana quieren poder vivir en un Planeta en el que no se acorrale la naturaleza, en el que respirar no sea un deporte de riego o en el que el clima no se convierta en una auténtica ruleta rusa. Esta mañana, Vigo se ha sumado a una ola de protestas a nivel mundial encabezada por los jóvenes.
Este “15-M climático”, como ya lo han bautizado algunos, denuncia que “nos encontramos en un momento clave de nuestra historia” y, sin embargo, la política no reacciona. O lo hace demasiado despacio.
En el manifiesto hecho público por "Juventud por el Clima", los organizadores de estas marchas claman por “poner en marcha urgentemente políticas que cuiden de las personas y del planeta”. De lo contrario, alertan, “la posibilidad de que el nivel global del mar suba tres metros de aquí al año 2100 es real, el 74 por ciento del suelo español está en proceso de desertificación y se prevé que un 20% de lo que hoy está a salvo se verá en riesgo dentro de 50 años”.
Además, alertan sobre los cambios en las corrientes marinas, la distribución de las especies, el aumento de las temperaturas y de las emisiones de CO2. “Nos jugamos mucho, nos jugamos nuestro futuro”, se lamentan jóvenes de toda España, también de Vigo que están decididos a hacer de la defensa del Planeta su nuevo reto. “Si los políticos no hacen nada, haremos que nos oigan”, alertan.
Ante una situación “extrema”, Vigo acogió esta mañana dos marchas, una que arrancó del Museo Marco para avanzar por Príncipe y Policarpo Sanz explicando que es necesario un cambio en el modelo económico, basado en la obsolescencia programada y el capitalismo antiecologista. Otra, se agrupó frente al Concello, en Praza do Rei, para recordar que “no podemos comprar otro Planeta”.
También en otros municipios del área, como O Porriño, los estudiantes han exigido medidas inmediatas para frenar el cambio climático. Alumnos y alumnas del IES Pino Manso y Ribeira do Louro se unieron a la jornada de huelga para concentrase en la Praza de Antonio Palacios, frente al Concello.
Todos ellos se han sumado al llamamiento de Friday for Future en una revolución generacional que se ja cansado de que asistamos impertérritos a los cambios ecológicos y climáticos que nos alertan de que algo va mal. “Hay más plástico que sentido común”, recordaban algunos de los estudiantes movilizados esta mañana. La lucha, eso sí, no ha hecho más que comenzar.