Las ourensanos se refugian como pueden de los más de 43 grados que se han vivido este martes en la ciudad: en sus casas, en las zonas fluviales, bajo la sombra de algunos parques o directamente con el aire acondicionado de los centros comerciales.
Eso los más afortunados que pueden elegir, en mayor o menor medida, cómo superar esta ola de calor que ha hecho que se activase en la capital de As Burgas la alerta roja por altas temperaturas. Por el otro lado, los trabajadores que no han podido evitar exponerse al calor y que se refrescan en fuentes, con mucha agua e intentando situarse en zonas de sombra.
En todo caso, abanicos, sombreros, gorras y algún que otro paraguas para protegerse del sol, han sido los complementos más vistos este martes por las calles de la capital ourensana. El empedrado de céntricas calles como la Rúa do Paseo o la propia Praza Maior aguantaban las temperaturas extremas sin apenas gente que las transcurriese.
Además, los pocos que se atrevían a caminar al aire libre durante este día caluroso procuraban llevar consigo una botella de agua y algún que otro helado para intentar sobrellevar las temperaturas. Pero también había quien salía a la calle obligado por trabajo. Es el caso de varios operarios que trabajaban, poco antes de las 18,00 horas, en unas obras en la Rúa Cardenal Quiroga o los múltiples empleados de empresas de transporte que recorrían las calles intentando superar el calor entre el aire acondicionado de sus vehículos y el poco aire que les podía llegar al circular con las ventanillas bajadas.
CAMBIO DE RITMO EN LA CIUDAD
La hostelería también ha notado la llegada de estas temperaturas bruscas. La imagen de la mayoría de las terrazas de Ourense se repetía: sillas y mesas vacías y camareros que esperaban a que pasaran las horas centrales del día para que los vecinos se atreviesen a bajar a consumir bebidas refrescantes a los establecimientos de hostelería.
Con todo, muchos aseguran que el ritmo de la ciudad ha cambiado durante estos días y locales que antes bajaban la persiana sobre las 22,00 horas, ahora extienden su horario hasta las 00,00 horas para intentar recuperar las horas sin clientes de la tarde.
Por eso, el sentir de la gente que caminaba por las calles este martes era prácticamente unánime: "Esto es insoportable", se repetía una pareja de adolescentes a la salida de una heladería.
RÍO Y TERMAS CONTRA EL CALOR
Para evitar el calor, muchos han optado por quedarse en sus casas o han acudido a las zonas fluviales. El río y las termas fueron los principales lugares elegidos por los ourensanos para intentar refrescarse.
Allí, la mayoría no salía del agua y los que no se atrevían a meterse en el río utilizaban las duchas habilitadas para intentar mojarse un poco en cortos espacios de tiempo y, de este modo, soportar los más de 40 grados.
Otros, sin embargo, reconocían que lo mejor era quedarse en casa bajo el aire acondicionado. Pero no todos cuentan con esa suerte, por eso, el Centro Comercial Ponte Vella ha sido uno de los lugares más concurridos en esta tarde de temperaturas récord.
ACOSTUMBRADOS
Pese a que los ourensanos están acostumbrados a ser el horno de Galicia, algunos reconocían que las temperaturas de esta semana, y especialmente las de este martes, son complicadas de llevar. Además, lamentan que lo peor no son las mañanas, el mediodía, ni las tardes, sino las noches. Dormir se vuelve imposible y los más afortunados aprovechan para estar el máximo tiempo posible fuera de casa e incluso los que tienen una vivienda con finca, cuentan que deciden echarse a dormir en el exterior.
ALERTA ROJA
Este martes, la cuenca del río Miño en la provincia de Ourense ha permanecido como único lugar de España en alerta roja por altas temperaturas, que ya se previa que superaran los 42 grados y que, finalmente, han alcanzado registros superiores a los 43 grados.
Para este miércoles, Meteogalicia mantiene la alerta roja entre las 15,00 horas y las 21,00 horas en la zona del Miño de Ourense, Valdeorras y Miño de Pontevedra.