Los usuarios del Coliseum dicen adiós con una carta a "mucho más que un gimnasio" en Vigo

Imágenes de la piscina del Coliseum // Coliseum

Publicidad

Vigo cuenta las horas para decir adiós a una parte de la historia reciente de la ciudad. El Coliseum “es mucho más que un gimnasio” y así lo sienten los usuarios de la piscina del histórico establecimiento que, tras más de tres décadas siendo uno de los centros deportivos de referencia de la urbe gallega, tienen que despedirse de su piscina “familiar” el próximo 30 de noviembre.

El centro deportivo publicaba su despedida el pasado 16 de noviembre, tras treinta y seis años “al pie del cañón, enseñando a nadar a peques y no tan peques y trabajando para mejorar la salud de todas las personas”. La emotiva carta de adiós por parte del personal del establecimiento de la calle Areal terminaba con un “os llevaremos en el corazón”, algo que es recíproco desde el grupo de adultos de la piscina del Coliseum.

A través de una carta, los usuarios de estas instalaciones deportivas han querido mostrar su cariño y apoyo a los trabajadores y cómo este cierre supone “un cambio en la vida de muchas personas”. “Todos sentimos que hemos perdido algo importante. De repente los niños y niñas dejan de tener los cursos de natación, los bebés las clases de matronatación y los adultos las clases de aquagym..”, relatan. A esta nostalgia le suman la vida que “desde primeras horas de la mañana hasta la noche de lunes a viernes y los fines de semana” desprendía el centro deportivo de la calle Areal.

“Somos muchos lo apasionados de este deporte y eso se lo debemos a los maravillosos profesionales que allí trabajan”, continúa la carta de los usuarios que destacan de los profesionales “haber conseguido que todas las generaciones, desde bebés hasta abuelos, hayan encontrado un espacio de deporte, diversión y aprendizaje, que se adaptaba a sus necesidades y horarios”.

A escasas horas de que las puertas del Coliseum echen el cierre, las despedidas en las diferentes clases de piscina se van acumulando. Los más pequeños entregan diferentes regalos a sus monitores mientras los adultos desean “profundamente una pronta reapertura” y agradecen a todo el personal del centro deportivo que les hayan brindado “mucho más que un gimnasio”.

Salir de la versión móvil